La industria del cine tiene que adaptarse a Internet y a las nuevas formas de acceder a sus contenidos, lo hemos repetido una y mil veces. Es necesario crear nuevos modelos de negocio que sean rentables para las distribuidoras pero al mismo tiempo que puedan resultar interesantes y atractivos para los consumidores.
Una de las propuestas que lleva tiempo circulando por las mentes de muchos entendidos en el tema es la del estreno simultáneo o con pocos días de diferencia en cines y en las pantallas de nuestros ordenadores y sobre todo en smart TVs de gran formato y sistemas de cine en casa, gracias por supuesto a las bondades del streaming o de las descargas con DRM.
En este sentido se pronunció hace unos días el expresidente de la Academia de Cine, Álex de la Iglesia, tradicionalmente crítico con la Ley Sinde y que aboga por encontrar una forma legal de ofrecer los contenidos de reciente estreno a los consumidores a través de Internet como un medio más que ayudaría a acabar con la piratería.
Los creadores deben buscar al público, a las personas que están delante del ordenador, en Internet y adecuarse a esta nueva situación. En vez de pensar cómo luchar contra una oferta ilegal tenemos que encontrar una oferta legal y encontrar la manera para poder ofrecer películas en Internet que satisfaga tanto a creadores como usuarios. Si las películas estuvieran en Internet al mismo tiempo de su estreno no se podría hablar de piratería.
No es la primera vez que se proponen medidas similares. Hace poco, el presidente de Voddler sugirió una medida similar, y el año pasado Universal Pictures y el operador americano Comcast intentaron lanzar una prueba piloto para estrenar las películas de forma casi simultánea en los cines y los hogares americanos vía streaming, que fue criticada y denunciada por los dueños de las salas de cine.
“Gratis Total” y cómo la propia industria nos empuja a la piratería
Es cierto que en muchos sentidos podríamos decir que nos hemos acostumbrado al “gratis total” en la Red, a las descargas de todo tipo de contenidos, muchas veces con calidades bastante malas todo hay que decirlo, sin pasar por caja.
Aunque quizá sería más correcto afirmar que nos ha acostumbrado la propia industria, nos ha empujado hacia la piratería debido a que no han sido capaces de poner sobre la mesa propuestas medianamente decentes para acceder de forma legal a los contenidos a través de Internet.
Sólo ahora, tras unos cuantos años están empezando a surgir plataformas legales de VOD para acceder al visionado online de películas, pero en la mayoría de los casos no cuentan con catálogos lo suficientemente atractivos, las calidades técnicas del audio y el vídeo son discutibles y los precios resultan en muchos casos abusivos, haciendo que casi sea más rentable ir a la tienda de al lado a comprar la película en DVD o Blu-ray que alquilarla por Internet.
Si estas plataformas pudiesen ofrecer películas de reciente o simultáneo estreno con respecto a los cines la situación cambiaría, pudiendo incluso poner precios más elevados a estos estrenos, ya que muchos clientes estarían dispuestos a pagarlos para disfrutar de los lanzamientos sin moverse de casa.
¿Qué pagaríais antes 4 o 5 euros por una película de hace 30 años que han echado mil veces por televisión en SD con sonido estéreo supercomprimido o entre 8 y 12 euros por un mega estreno que pudiésemos ver tranquilamente en casa con la familia sin tener que desplazarnos al cine y al banco para pedir un crédito personal que nos facilite el acceso a bebida y palomitas?
Eso sí, sería necesario mantener una mínima calidad técnica (el HD sería imprescindible) en los formatos de audio y vídeo empleados, algo similar a lo obtenido con los Blu-rays, por lo que el streaming no sería la opción ideal para este posible nuevo modelo de distribución, debido a los altos requerimientos de ancho de banda, aunque para eso tenemos las descargas directas o el P2P, todo legal, claro.
Los cines, por su parte, podrían dedicarse a ofrecer el espectáculo que en los hogares es difícil conseguir, gracias a sus pantallas gigantes con sonido envolvente atronador y la sensación de inmersión en la acción que proporciona el 3D actual o las nuevas tecnologías que vayan saliendo.
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