El tema de las “descargas ilegales” está empezando a ponerse un tanto surrealista en Francia. Su Gobierno ha publicado un decreto por el que pretende crear una lista de programas de seguridad adecuados para “blindar” los ordenadores y las conexiones a Internet de los usuarios. ¿Para protegerles y que no les entren virus? No, para evitar que un internauta pueda alegar que su máquina ha sido utilizada para las descargas sin su conocimiento.
La iniciativa está directamente relacionada con la ley Hadopique castiga las descargas de contenidos protegidos por derechos de autor y que tras tres avisos puede conducir al corte de la conexión del usuario. Para evitar que un internauta alegue que él no ha sido quien se ha bajado los archivos protegidos, que ha sido alguien que se ha colado en su sistema, deberá instalar uno de esos programas de seguridad seleccionados por el Gobierno, probando así que no ha sido negligente.
De este modo las autoridades quieren tapar la brecha legal según la cual un usuario no podía ser identificado unívocamente con una dirección IP. Así, el titular de la línea queda como absoluto responsable de lo que se descargue en ella, por lo que deberá instalarse estas aplicaciones de seguridad (aún no se ha decidido cuales exactamente) para probar su buena fe y que no es negligente, es decir, que no deja que el vecino se cuele en su acceso a la Red.
De lo contrario, estas conductas serán castigadas con una multa de 1.500 euros y un mes sin Internet, y será aplicable tanto si el titular de la conexión es un particular como si se trata de una empresa, lo que puede llevarnos a imaginar que aquellos negocios que ofrecen acceso a Internet a sus clientes se lo pensarán dos veces antes de seguir haciéndolo, ya que se juegan importantes multas si no vigilan permanentemente lo que se descargan en sus redes.
Como veis, un paso más hacia la degradación de las libertades de los usuarios. Esperemos que esta vez no cunda el ejemplo francés en nuestro país.
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