Todos soñamos con poder disfrutar de una conexión a internet a la altura de países como Japón. Lo cierto es que apenas empieza el despliegue de fibra óptica por parte de las compañías en nuestro país y éstas se enfrentan ahora a su mayor obstáculo que, sorprendentemente, son las comunidades de vecinos.
Atónitos nos hemos quedado al conocer que, de los 17000 domicilios de Madrid donde Orange tenía previsto desplegar su fibra óptica solamente han aceptado la instalación 3000, una cifra significativamente inferior a la deseada.
El principal problema radica en el proceso de instalación del servicio, ya que para ofrecer sus productos en un edificio es necesario acometer un tendido de fibra óptica por la fachada de toda la calle para poder tirar el cable a cada vivienda, algo que, a pesar de ser gratuito, en muchas ocasiones los vecinos consideran que daña la estética de la parcela y, por ende, no dan su permiso para acometer la instalación.
Recordemos que Orange en concreto está inmersa en un programa piloto de despliegue de fibra hasta el hogar en los céntricos barrios de Retiro, Vicálvaro y Chamberí, para ofrecer 50 megas simétricos por 44,95€ con cuota de línea incluída.
La verdad es que a nadie le gusta "sufrir" unas obras, pero en este caso estamos hablando de sacarle partido a una conexión estable, rápida y "económica" por lo que desde Xataka On animamos a que se apueste por este tipo de proyectos a pesar de las consecuencias negativas de la instalación y, sobre todo, pedimos a las compañías que no vean en estos pequeños problemas una justificación para frenar sus planes de extensión de la red más deseada y cada día más necesaria: la red de fibra.
Vía | Cinco Días