El diseño y miniaturización de chips de radiofrecuencia para comunicaciones inalámbricas es bastante complejo. Tanto que hasta ahora normalmente se realizan como módulos separados que luego se interconectan y comunican con el resto de componentes de los dispositivos.
Pero esta situación podría estar a punto de cambiar gracias a los avances de Intel en su futura plataforma Rosepoint, ya que según afirman han logrado reducir los componentes de radiofrecuencia de un sistema de transmisión WiFi a 2,4 GHz hasta los 32 nanómetros (nm) e integrarlo dentro de la CPU de sus procesadores Atom.
De este modo, los ingenieros de Intel afirman que será posible reducir considerablemente el consumo de las conexiones inalámbricas, lo cual resultará muy útil en todo tipo de dispositivos portátiles, ya que se alargará la duración de las baterías. También mejorará la calidad de la señal y en el largo plazo será posible reducir el número de componentes de smartphones y tabletas, reduciendo a su vez el precio de fabricación.
Intel pretende tener modelos operativos para 2015, aunque antes tendrá que solucionar algunos problemas relacionados con las radiaciones emitidas por el propio microprocesador, que interfieren en la parte de radiofrecuencia corrompiendo los datos, y viceversa.
Para solucionarlo están trabajando en complejas técnicas de cancelación de ruido y de blindaje para los nuevos chips, que deberán ser cada vez más efectivas, a medida que se vaya bajando de esos 32 nm iniciales.
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