Los grandes centros de datos necesitan cada vez de más potencia de procesamiento, pero también de mayores y mejores canales de comunicaciones que permitan transferir información entre los diferentes servidores de forma interna y entre otros centros de datos.
Las soluciones basadas en cable de cobre convencional siguen siendo suficientes en muchos casos, pero cada vez resulta más frecuente encontrarse con que ni siquiera las redes internas de 10 Gbps resultan adecuadas para manejar el tremendo flujo de datos que circula por ellas.
Es aquí donde entran en juego empresas como Kotura, una startup de California que ofrece transceptores (transmisores + receptores) para sistemas de fibra óptica capaces actualmente de alcanzar velocidades de 100 Gbps dentro de los centros de datos.
Sus nuevos equipos pueden instalarse en placas relativamente pequeñas y sencillas de refrigerar junto a la CPU principal o dentro de un switch y en poco tiempo serán capaces de gestionar hasta 40 canales (longitudes de onda diferentes) de 25 Gbps, alcanzando un total de 1 Tbps, vamos lo que tenemos normalmente en nuestras LAN domésticas.
