La identidad corporativa de Orange en cuestión: No es propietario del color naranja

Orange no es el dueño del naranja. Así ha concretado la sentencia del tribunal supremo sobre la denuncia de Jazztel a la exclusividad del color registrado por la filial de France Telecom. El argumento es simple: "Los colores son de interés general". Cada empresa defiende su color corporativo como arma distintiva pero ya en el año 2009, Jazztel quiso romper la "exclusividad" del color naranja para poder utilizarlo también en su comunicación comercial. ¿Podríamos presenciar una pérdida de identidad corporativa?

El tribunal hace caso omiso al registro del cuadrado naranja en la Oficina de Patentes y Marcas de países de la U.E y del estudio presentado por Orange sobre la repercusión de su marca. En dicho estudio de mercado que realizó la compañía telefónica en el verano del año 2008 se analiza el grado de conocimiento de la marca, la cuota de mercado y la posición que ocupa Orange en el mismo. El resultado sobre la muestra de 1.000 personas concluye lo siguiente: el 49% de los encuestados reconocieron el cuadrado de color naranja y el 80% de los cuales lo asociaron a Orange. La respuesta del Tribunal Supremo no es nada favorable al operador:

Dicho resultado pone de relieve que, en contra de la tesis sostenida por la solicitante, la identificación del consumidor medio con la concreta marca que nos ocupa es, más bien, débil o, al menos, no en la intensidad necesaria. En efecto, en primer lugar, solo un 49% viene a identificar el rectángulo naranja con algún tipo de sino distintivo (...). Pero es que, además, la asociación del consumidor medio español con la empresa solicitante llega, escasamente, al 40% del total de los p articipantes en el estudio

El supremo se asienta sobre otra de las conclusiones del estudio ya que los encuestados identificaron el color naranja con otros operadores telefónicos. Así pues, el órgano oficial estima el color naranja (naranja Pantone 151 delimitado con un cuadrado) como no exclusivo de Orange y de interés general. El caso puede parecer un tanto insignificante, pero la batalla judicial ha sido un arduo camino para los dos operadores implicados: Orange y Jazztel.

Vía | El País