Las redes inalámbricas parecen dispuestas a integrarse definitivamente en los vehículos, ofreciendo mucho más que mera conectividad a Internet. Ford acaba de demostrar cómo el WiFI, conjuntamente con la localización por GPS, puede ayudar a salvar vidas, mejorando la seguridad de nuestros vehículos.
La idea es crear un entorno de conducción en el que los coches, conectados a una misma red WiFi, puedan detectarse y conocer la posición relativa de otros vehículos con respecto a sí mismos (con ayuda del GPS), aunque el conductor no tenga visibilidad directa de ellos.
Esto permitirá evitar colisiones por despistes de los conductores o simplemente por falta de visibilidad, como por ejemplo en el caso de ángulos muertos. Para ello Ford está usando la versión 802.11p del estándar WiFi, específicamente diseñado para su implementación en vehículos.
Esta tecnología podría emplearse para la reducción de la congestión de las carreteras, ya que permite sugerir rutas alternativas en tiempo real en función de la localización del vehículo y de los hábitos de uso del conductor. Además, en Ford no descartan que estos sistemas ayuden a una conducción más eficiente, reduciendo el consumo medio de carburante y por tanto la contaminación en las ciudades.
Si os estáis preguntando cuándo estará disponible, Jim Buczkowski, Director de Sistemas Eléctricos y Electrónicos de Ford, ha revelado que por lo menos faltan unos 5 años, aunque como podéis ver en el vídeo sobre estas líneas (está en inglés) parece que las investigaciones van por buen camino.
Vía | GigaOm