La ley era puesta en marcha hace algo más de un año, de la mano de organismos como MPAA, RIAA y seis de los mayores proveedores de acceso a Internet de Estados Unidos, y ha sido hace unos días cuando se han desvelado algunos de los resultados que se han obtenido desde entonces. Resultados que, de nuevo, han demostrado que este tipo de leyes no harán que los usuarios dejen de descargar contenidos piratas de la red de redes.
En primer lugar, veámos cómo es su funcionamiento. Básicamente, cuando un usuario es detectado descargando material con derechos de autor, se le avisa varias veces (hasta seis) diciéndole que está incurriendo en un delito y que puede ser desconectado de la red, en el caso de que siga repitiendo este tipo de actividades. Los avisos eran más o menos amigables, pero también podían llegar a tener un tono un tanto peligroso, ya que se decía a los clientes que, si no detenían sus actividades, se arriesgaban a diferentes procesos.
La mayoría de las personas y organizaciones que estaban a favor de esta ley decían que si, que iba a ser la medida definitiva para evitar que la gente descargara material con derechos de autor. Sin embargo, las últimas estadísticas desveladas han demostrado lo contrario. No sólo no han bajado los usuarios piratas. Es que, además, han aumentado de diferentes formas.
La ley no sirve
Según un documento desvelado por el CCI (Center for Copyright Information), un organismo que ha estado siguiendo la efectividad de la medida, los resultados no han sido demasiado positivos. Se estudiaron diferentes casos, y se llegó a la conclusión de que la ley no sirve para lo que promete. Todo lo contrario.
En la tabla que se ha podido ver, 722.820 usuarios recibieron un primer aviso o alerta. El 30% fueron cazados realizando la misma actividades, y generando una segunda alerta. Después de esto, 60,477 usuarios fueron calificadas como personas persistentes, superando la quinta alerta. En definitiva, cerca de un 8% de los usuarios recibieron una única alerta.
Ahora, analicemos otros datos. Durante los diez primeros meses, a partir de que la ley se pusiera en marcha, se lanzaron 1,3 millones de alertas, un número que se dobló en el siguiente año. Parece que los estadounidenses son bastante persistentes. ¿Qué significa que eso? Simplemente que, aunque se les alerte de que pueden ser procesados de diferentes formas, harán caso omiso y seguirán descargando. Está claro que algunos usuarios han dejado de piratear, pero esos han sido los que menos.
¿Cual es la verdadera solución?
En mi opinión, la solución no es establecer una serie de alertas que amenacen a los usuarios con meterles en la cárcel si siguen descargando archivos con copyright. Lo ideal sería poner a su disposición alternativas legales y económicas que funcionasen bien y permitieran a los clientes acceder a los contenidos de una forma barata, rápida y sin problemas.
Echémosle un vistazo al mercado español. En mi experiencia personal, he utilizado mucho Spotify y siempre busco canciones que tengan licencias que me permitan escucharlas forma gratuita. Algo parecido sucede con las películas. En el caso de que quiera comprar una pista, puedo acceder a iTunes y adquirirla a un coste asequible. No obstante, todavía hay mucho camino que recorrer, ya que los precios siguen siendo caros y, en muchas ocasiones, es mucho más fácil descargar los archivos desde BitTorrent que comprarlos de forma legal.
Hasta que no lleguen alternativas que nos permitan comprar y descargar contenido multimedia con facilidad, la piratería seguirá existiendo. Y tampoco garantizamos que se vaya a extinguir, ya que hay gente que ni siquiera tiene recursos para comprar artículos a un precio mínimo. En todo caso, la industria cultural tendrá que ponerse las pilas para que los usuarios tengan más fácil (y más barato) el hecho de comprar contenidos por Internet.
Vía | Scribd
Fotos | Bizmac, The Descrier y SimBbArt
En Xataka On | El problema de la piratería en España, una cuestión de precios excesivos y oferta deficiente
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