Los pelillos de la mosca de la fruta han inspirado soluciones a los problemas más complejos de las redes Wi-Fi.
Un científicos de Israel y otro de la universidad Americana Carnegie Mellon Indican que la estructura de los pelos de la mosca de la fruta podían servir para inspirar un sistema similar que podría utilizarse para implementar con mayor eficacia las redes inalámbricas de sensores y otras aplicaciones.
Según Bar-Joseph, las células en el sistema nervioso en desarrollo de la mosca logran organizarse de modo que un pequeño número pueden servir como líderes. Estos líderes ofrecen conexiones directas con todas las células nerviosas del animal.
Es el mismo tipo de esquema utilizado para administrar las redes de informática distribuida que utilizas por ejemplo para buscar en la web. Pero según ellos el método de la mosca es mucho más simple y robusto que lo que hemos inventado hasta ahora.
“Es una solución simple e intuitiva, no puedo creer que no la hubiéramos pensado hace 25 años”, dijo el co-autor Noga Alón.
Los investigadores encontraron la solución en la mosca de la fruta por que tiene cualidades que la hacen particularmente bien adaptada para las redes en las que el número y posición de los nodos no están completamente definidas, como por ejemplo, las redes de sensores inalámbricos, tales como las de vigilancia del medio ambiente donde los sensores se encuentran dispersos en un lago o un canal de agua.
El estudio aparece en la edición del 14 de enero de la revista Science.
Alon es un matemático en la Universidad de Tel Aviv y el Instituto de Estudios Avanzados de Princeton.
Bar-Joseph es un profesor asociado de biología computacional en la Carnegie Mellon University y tambien es co-autor del estudio
Vía | Carnegie Mellon University
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