La ruta de la seda fue una vía de transporte en la antigüedad que comenzaba en China , atravesaba Asia central y llegaba hasta Europa. La comisión europea ha contribuido con 5 millones de euros para que la antigua ruta de la seda utilizada por los mercaderes en la edad media se convierta en una autopista de alta velocidad para la conexión del Internet académico. El resto del dinero hasta los 6,5 millones de euros que cuesta el proyecto los aportarán los países participantes.
A partir de ahora los estudiantes y docentes de toda Asia Central tienen acceso a una de las redes más rápidas del mundo para facilitar el impulso científico en una zona del planeta olvidada hasta ahora.
Esta red tendrá la posibilidad de que se conecten más de medio millón de usuarios de más de 500 centros académicos y que intercambien información en tiempo real a una velocidad como antes nunca se había hecho en Asia.Caren permitirá el intercambio de datos sísmicos , iniciativas de telemedicina desarrolladas en Tayikistán, una colaboración en el ámbito textil entre el Reino Unido y Uzbekistán y labores de supervisión medioambiental conjuntas entre Alemania, Kirguistán y Estados Unidos. Ademas de permitir el acceso a grandes bases de datos y bibliotecas digitales a todos los estudiantes y académicos de las universidades afiliadas. La red Caren se apoya en los avances del proyecto Silk que financió la OTAN hasta junio del año 2010 y que se basaba en el despliegue de redes con tecnología de Satélites de baja capacidad , aunque ahora todo esto ha sido substituido por redes de fibra óptica. Es como la Red Iris Española que acaba de cumplir 22 años de vida al servicio de la ciencia española y sin la que seguramente el Internet en nuestro país estaría todavía en una fase más primitiva de la que se encuentra actualmente. Todo este proyecto es dirigido y gestionado por la organización DANTE que es una ONG especializada en la configuración e implementación de redes de investigación y enseñanza para las redes nacionales de investigación y educación.
Creo que estas son algunas de las iniciativas más interesantes que he encontrado a la que se han dedicado mis impuestos y que permitirá que zonas del planeta con difícil acceso a la información se acerquen a lo que es la vida habitual en este nuestro primer mundo y contribuirá a que las próximas generaciones descubran lo maravilloso de vivir en un mundo global permanentemente conectado.
Vía | Comisión Europea Fotos Warrenski