Durante el Consejo de Ministros de esta mañana, el ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián, ha presentado el nuevo anteproyecto de Ley que modifica la actual Ley General de Telecomunicaciones. Entre las nuevas medidas presentadas se presta especial atención (al menos en teoría) a los derechos del consumidor, ya que los usuarios finales tendremos derecho a recibir mayor información sobre los servicios que contratamos y a que las portabilidades se realicen en el plazo de un día laborable.
También se tratarán de proteger de modo más eficaz los datos de carácter personal. Para ello se aplicarán las normas de protección de datos a aquéllos que se obtengan de las etiquetas inteligentes de productos comerciales mediante dispositivos de identificación que hacen uso del espectro radioeléctrico (RFID). Además, establece que se debe dar más información al usuario (ya veremos cómo se hace) sobre los archivos o programas informáticos que se almacenan en los ordenadores (cookies y similares) y demás dispositivos, para facilitar la navegación en Internet y aumentar la seguridad.
Asimismo se establece lo que consideran un “marco más adecuado para la realización de inversiones que se encaminen al despliegue de redes de nueva generación”. Para ello quieren promover una utilización más eficiente del espectro electromagnético mediante la generalización de los principios de neutralidad tecnológica (utilización de cualquier tecnología) y de servicios (prestación de cualquier servicio). También se generaliza el mercado secundario del espectro, lo que supone la posibilidad de reventa de este preciado recurso.
Además, en los supuestos de fallo persistente de la competencia en el mercado, la CMT podrá imponer a la operadora dominante (en este caso Telefonica) la obligación de realizar una separación funcional entre su red y los servicios minoristas que presta, como remedio extraordinario y tras el oportuno análisis y evaluación de su impacto en el mercado.
Esperemos que estos cambios sirvan para modificar los aspectos más negativos del sector de las telecomunicaciones, permitiendo mejorar la competencia, la inversión y los servicios ofrecidos al ciudadano.
Vía | La Moncloa