En pocos años se han convertido en archiconocidas entre los usuarios. Tanta ha sido su expansión, que han acabando dejando en el banquillo a los sistemas P2P, quedando estos últimos como una alternativa ante algunos casos. Hablamos de las páginas de los sistemas de almacenamiento de archivos que permiten realizar descarga directa. Entre los más usados están Megaupload, Rapidshare, Fileserve, etc.
Estos portales de descargas permiten almacenar cualquier tipo de archivo, y aunque en sus condiciones de uso afirman que no está permitido subir archivos sin tener los derechos de autor, sabemos muy bien que ocurre. Pero, ¿tienen un futuro asegurado? ¿De verdad su modelo de negocio está destinado a perdurar?
Hace poco hablábamos sobre la disminución de las descargas gratuitas que había producido Netflix en Estados Unidos. Y también veíamos que los americanos dedican más ancho de banda a Netflix que a BitTorrent y Youtube juntos.
Las causas eran claras. Ofrecen un servicio muy similar al de las descargas gratuitas, ya que en lo que a cine y series se refiere, el catálogo es muy amplio. Lo ofrecen de una manera mucho más organizada y clara. También es más rápido, y la calidad de los vídeos es mayor, y es en streaming. Y además, todo es completamente legal, por no hablar de que se favorece a la industria del cine y la televisión. Por otra parte, Netflix es de pago, pero el precio es relativamente bajo.
Cuando hablábamos de esto, un usuario de Xataka On hizo un comentario, y lo que venía a decir es que quién no iba a pagar por Netflix, si permite hacer lo mismo que la descarga directa, pero de forma legal, y por un precio que rondaría los diez euros al mes.
Y entonces me planteé cuánto le queda a Megaupload y sus compañeras. Si el uso de torrents ha descendido por culpa de Netflix, ¿qué le espera a las páginas de descarga directa en caso de que sistemas como Netflix o similares llegaran a España y el resto del mundo? Para poder hacernos una idea, podemos utilizar el ejemplo de lo ocurrido con los P2P para imaginar lo que podría ocurrir con la descarga directa.
Todos sabemos lo famosos que eran antes los sistemas P2P como Emule y Ares. Era muy frecuente ver ordenadores que se pasaban encendidos día y noche descargando series completas, paquetes de películas, videojuegos o música. El P2P dominaba Internet. Ver una película descargada de la red era igual a decir que había sido obtenida por medio de un sistema Peer-to-peer. Esto hacía que descargar algo quedaba apartado para determinadas personas, no estando abierto a un público tan amplio.
En el momento del máximo apogeo de los torrents, llegó la descarga directa, y los llamados one-click hosting. Como su nombre indica, almacenan en la nube archivos que se pueden descargar con un solo click, y esto sí que está al alcance de cualquier persona que use Internet, siendo incluso más simple que usar una red social.
Con la llegada de la descarga directa, los P2P quedaron en segundo plano, y ahora, aunque complementan muy bien en caso de no encontrar algo en Megaupload o similares, han dejado de usarse como antes.
Y lo mismo es lo que podría pasarle a los portales como Megaupload, Fileserve y Rapidshare, y por tanto, también a la descarga directa. Si los sistemas como Netflix, Spotify, o Hulu se hicieran comunes en todo el mundo, y recibieran una buena acogida, la descarga directa tendría que cambiar.
En mi opinión, en vez de estar tan extendida y repartida, se reducirá a un par de portales, y los contenidos que se encuentren en ellas serán aquellos alternativos que sean más difíciles de encontrar en los catálogos de nuestras suscripciones, y que por tanto, ninguna productora ni editora perderá dinero por ser descargado de forma gratuita, sino más bien al contrario. Veremos cómo se van desarrollando los acontecimientos, y si de una vez por todas, quitan los obstáculos a estos sistemas.
En Xataka On | Netflix disminuye las descargas gratuitas en EEUU y Netflix es la mayor fuente de tráfico de banda ancha en EEUU