Como ya se había anunciado, Netflix acaba de abrir oficialmente sus puertas en Reino Unido e Irlanda. Todos los internautas que residan en uno de los dos países y quieran probar el servicio, podrán hacerlo gratuitamente durante el primer mes. Después, el coste final de la suscripción ascenderá a 5.99 libras o 6.99 euros.
Existen tres principales diferencias respecto al servicio que el popular servicio de streaming ofrece en Estados Unidos. La primera es que los usuarios no tendrán la posibilidad de alquilar DVDs físicos, en un esfuerzo que la compañía parece estar haciendo por “cargarse” esa parte de su división. La segunda diferencia es que los británicos podrán identificarse con su cuenta de Facebook para recibir recomendaciones, algo que en Estados Unidos aún no pueden hacer por ley.
Finalmente, y siendo quizás la diferencia más importante, tenemos el catálogo que ofrecen y que no es el mismo que el poseen en Estados Unidos. Es lógico, puesto que han tenido que renegociar todos los acuerdos con los poseedores de derechos en UK e Irlanda. La competencia, Lovefilm, perteneciente a Amazon, ya va un poco por delante en este aspecto y ha conseguido acuerdos con las grandes cadenas y productoras, pero en Netflix han sabido dar donde más duele: el precio. 9.99 libras es bastante más caro que las 5.99 que propone Netflix.
¿Qué significa esta noticia de cara a un posible lanzamiento de Netflix en España? Por desgracia nada. La compañía, después de establecerse en tierras inglesas, va a hacer un pequeño parón en su expansión de cara a estabilizarse en los mercados que ya posee mientras capea las crisis que está sufriendo últimamente. En resumen, nos va a tocar esperar y, por desgracia, por ahora no sabemos si llegaremos a ver a Netflix operar por aquí algún día.
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