Aunque parezca mentira, esta pregunta está presente en la cabeza de muchos usuarios que tienen dudas sobre el famoso modo incógnito de Google Chrome. La duda puede ser lógica al pensar que este modo, con un nombre tan sugerente, oculta toda nuestra actividad con el navegador, lo cual es una media verdad.
El modo incógnito (o navegación privada) de Google Chrome actúa a nivel local. Es decir, todo el historial de páginas visitadas y descargas realizadas no se guardará para consultas futuras. Además, las cookies que aceptemos de las páginas visitadas se eliminarán automáticamente al cerrar todas las ventanas de incógnito que tengamos abiertas.
Y ya está, hasta aquí llega la privacidad que ofrece el modo incógnito de Google Chrome. Evidentemente, esto responde a la pregunta que ha dado pie a este post, aunque matizaré un poco más la respuesta.
Los proxies, para describirlos rápidamente, son servidores que sirven como puerta de entrada y salida para que una red local acceda a Internet, a modo de router. En las empresas es muy frecuente que exista un proxy para dar acceso a Internet a todo su patio de ordenadores. Un proxy no sólo sirve para centralizar y unificar la configuración de las redes locales, sino que además permiten controlar todo el tráfico que circula por él.
Este motivo es el que a algunos les hace pensar que el modo incógnito de Chrome es ideal para usar en horas de trabajo, ya que creen que oculta la actividad del navegador al proxy y nos hace “invisibles”. Desgraciadamente esto no es así, y desde el mismo momento en que accedemos a Internet desde el navegador, el proxy nos tiene “fichados” y monitorizará la actividad (las comunicaciones seguras no están expuestas, así que la información se verá codificada).
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