Si alguna vez habéis tenido problemas con vuestra conexión, lo más seguro es que, ya por iniciativa propia o por sugerencia de algún servicio técnico, hayáis recurrido a una utilidad de red conocida como Ping, implementada por defecto en la gran mayoría de sistemas operativos. El objetivo de un ping es determinar si un host destino, identificado con una determinada IP, es accesible desde otro host.
Para ello, el host origen envía al host destino un paquete de información de 32 bytes mediante el protocolo ICMP y espera una contestación de éste, que debe contener los mismos datos. Si la respuesta llega correctamente, el ping ha sido satisfactorio. Si por el contrario el ping falla, entonces es que o bien la petición del host origen o bien la respuesta del host destino se han perdido por el camino. Pero, ¿cómo podemos utilizar este comando desde nuestro ordenador? ¿Cómo podemos usarlo para determinar cuál puede ser el problema de nuestra conexión?
Cómo hacer un ping
Para hacer un ping a otro host desde un equipo con sistema operativo Windows, es tan sencillo como seguir estos pasos:
1. Abrir la consola de comandos: Para ello, vamos a Inicio >> Ejecutar y escribimos cmd. En versiones más recientes, basta con ir a Inicio y escribirlo en Buscar programas y archivos. Seguidamente, pulsamos intro.
2. Escribir “ping nombredehost”: Ahora nos aparecerá una ventana con un fondo en negro. En ella escribiremos, por ejemplo, ping www.google.es
Si todo ha ido bien, en nuestra ventana de comandos aparecerá algo similar a lo siguiente:
¿Qué significan estas líneas? Pues el ping nos confirma que ha enviado cuatro paquetes de tamaño 32 bytes al servidor que hemos seleccionado, en este caso www.google.es, y que a ese servidor le corresponde la IP 209.85.227.105. En este caso el ping ha sido satisfactorio, los cuatro paquetes de prueba han llegado correctamente y han vuelto a nuestro ordenador con un tiempo medio de 405ms.
Para evitar que una petición ping viaje de forma ilimitada por internet, en cada una de ellas se establece un Time To Live (TTL), que representa el número de saltos que ha dado el paquete de host en host por internet hasta alcanzar su destino. En cada salto, el TTL se decrementa en una unidad, y si en algún momento llega a 0 entonces el paquete se descarta y el host devuelve un error al origen.
Ping es un comando muy sencillo pero también con varias opciones para personalizar los resultados. Por ejemplo, si queremos que no sólo se envíen 4 paquetes, sino que se envíen continuamente, es tan sencillo como añadir un -t al final de la línea (ping www.google.es -t). Podéis ver todas las opciones disponibles en la siguiente tabla.
Cómo diagnosticar el problema
Como el principal objetivo de un ping es ver si un determinado ordenador o servidor es accesible desde otro, es una herramienta muy útil a la hora de diagnosticar problemas en una determinada red. Supongamos que, por ejemplo, no nos carga ninguna página web. Esto puede ser debido a varios motivos, por ejemplo, si nuestra red local falla, si están caídos los servidores DNS que estamos utilizando o si, directamente, lo que falla es nuestra conexión a internet.
Utilizando el comando ping es sencillo descartar posibles fuentes de error. En primer lugar, si vemos que nuestra conexión no está funcionando correctamente, lo mejor es realizar un ping a un servidor genérico, como el que poníamos antes como ejemplo (ping www.google.es). Si devuelve alguno de los cuatro paquetes y otros no, seguramente sea algo temporal. Sin embargo, si todos vuelven rechazados o si directamente no se hace el ping, entonces es que hay algún problema con nuestra conexión.
Lo que podemos hacer a continuación es comprobar que el fallo no sea de nuestra red local. Para ello, hacemos un ping a la dirección IP de nuestro router. Esta dirección suele ser 192.168.0.1 o 192.168.1.1, pero podéis obtenerla fácilmente si en la consola de comandos escribís ipconfig y buscáis cuál es la dirección de la puerta de enlace. Si hacemos un ping al router y resulta satisfactorio, entonces nuestro ordenador tiene acceso a él y funciona correctamente.
¿Qué más fallos podemos tener? Pues que, por ejemplo, los DNS (que se encargan de traducir los dominios a las IPs) que estamos utilizando no funcionen correctamente. ¿Cómo podemos detectarlo? Muy sencillo: hacemos ping a un dominio, por ejemplo www.google.es, y nos da error. En cambio, si hacemos ping a su dirección IP (por ejemplo, a 209.85.227.105) y nos funciona correctamente, entonces tiene toda la pinta de que el fallo puede estar en los DNS.
Eso sí, a la hora de utilizar el comando ping hay que tener algo en cuenta: no todos los servidores lo aceptan y muchos routers cortan este tipo de peticiones por seguridad. Por eso si hacemos ping a un servidor y nos devuelve un error también puede ser porque éste no lo implemente. Lo mejor, en estos casos, es probar con los servidores que sabemos que sí responden a los pings sin ningún problema.
Traceroute, otra alternativa
Para terminar, vamos a explicar otra utilidad de red bastante similar al ping y también bastante curiosa. Se trata del traceroute que, además de enviar un paquete a un destino como hace ping, va mostrando la ruta que éste sigue, incluyendo otros datos de interés como los tiempos que tarda en cada salto y los hosts que visita hasta llegar al destino. Para utilizar este comando en Windows, es tan sencillo como escribir en la consola de comandos tracert www.google.es, o el host destino que queramos utilizar.
Una ventaja del traceroute frente a ping es que, si se produce un fallo en la comunicación, podemos saber en qué momento se produce y en qué host en concreto. Ambos, tanto traceroute como ping, son dos comandos sencillos de usar pero que devuelven una información muy valiosa que puede ayudar a cualquier usuario a conocer el estado de su conexión y los motivos por los que ésta puede estar fallando.
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