Estamos ya muy habituados a tener routers en casa e incluso a comprar routers propios para reemplazar a los que nos coloca nuestro operador. Principalmente porque estos routers suelen ser poco potentes y llegar limitados en algunos aspectos, de ahí que se suela optar por reemplazarlos por routers propios más potentes y modernos, pero sobre todo más personalizables y adaptables a nuestros usos.
Sin embargo, con la llegada de la fibra óptica la cosa se ha complicado un poco al aparecer los ONTs. El ONT es el dispositivo al que se conecta el cable de fibra que entra en nuestro hogar desde la calle y que tiene una conexión muy particular al tratarse de un cable de fibra. Por eso no nos sirve cualquier router del mercado y necesitamos uno que lo tenga. O un adaptador, claro está.
Qué son la ONT y la OLT
Como hemos comentado anteriormente, la ONT es el dispositivo al que se conecta el cable de fibra óptica que entra en nuestro hogar. Se trata de un dispositivo específico dado que la conexión de fibra óptica es diferente a la clásica de los routers ADSL. Es por ello que se suele recurrir a un adaptador si vamos a usar un router normal en lugar de uno de fibra óptica, que ya trae la ONT integrada.
El nombre proviene de su nombre en inglés, Optical Node Terminal, que se puede traducir como terminal de nodo óptico aunque lo más habitual es que todos se refieran a él como ONT. La ONT, en femenino, más concretamente. Así pues, lo habitual es que tu operador de fibra te monte un router que ya tenga una ONT integrada pues tienen contratos con determinadas marcas para su suministro.
Es frecuente, por ejemplo, que Movistar monte routers de fibra de Mitrastar o de Askey, los dos routers que se montan en la actualidad, y que ambos modelos dispongan de la ONT integrada. Pero en el caso de los routers con ONT integrada la cosa se complica aún más pues hay otro factor en la ecuación, el OLT. El OLT es el dispositivo que el operador tiene en el exterior de tu casa y que se encarga de enviar la señal principal a muchos clientes, tú entre ellos. Habitualmente los encontramos en cajas en la calle cerradas con llave pero se pueden colocar en otras ubicaciones.
A la hora de saber qué router para fibra es el que tienes que comprar necesitas que tenga una ONT pero también saber qué OLT es el que usa tu operador, pues el nuevo router ha de ser compatible. Así que si vas a hacer una prueba a ciegas comprando un router con ONT integrado para tu casa (o un adaptador ONT para colocar posteriormente un router más clásico), te recomendamos que lo compres en un distribuidor que te permita devolverlo, pues podría ocurrir que no fuese compatible con tu conexión.
Tercer nivel de dificultad, las claves GPON y SIP
Vamos a introducir un tercer nivel de dificultad en el proceso, pero tranquilo que ya estamos acabando. Para poder reemplazar el router de fibra de tu operador por uno propio ya tenemos claro que el nuevo ha de tener un ONT integrado (o comprar un adaptador) y que ha de ser compatible también con la OLT instalada en la calle. El tercer nivel es el de las claves GPON y SIP que tendremos que tener.
No corras tanto, tu operador no te va a dar las claves GPON y SIP así como así
Estas claves GPON y SIP serán necesarias para poder configurar el nuevo router neutro que hemos comprado para sustituir al de nuestro operador. Es parecido a las claves de conexión que necesitamos para sustituir un router de ADSL con la diferencia de que los operadores no te van a dar esta clave. Es un hecho, los operadores no facilitan esta clave a los usuarios que se la pidan.
Como vemos, reemplazar un router de fibra de un operador no es tarea sencilla, aunque existen métodos avanzados que nos permitirían conseguirlo, como abrir el propio router para puntear las conexiones internas. Aunque lo mejor siempre será acudir a un instalador autorizado que nos las pueda facilitar. Y tampoco es fácil.