Si alguna vez te has preguntado qué pasaría pero no lo has hecho por precaución y seguridad, lo hacemos y explicamos el resultado
La vida nos lleva a experimentar, ya sea fruto del azar o simple curiosidad. Así es como por ejemplo descubrí que los pines de mi antiguo cable lightning se ponían negros porque no estaba siguiendo el orden correcto de conexión. Pero el lightning ya ha dicho adiós en favor del futuro (aunque ya muy presente) puerto único, el USB-C. Eso sí, el clásico USB-A sigue siendo mainstream y la prueba está en que lo seguimos viendo en numerosos dispositivos, especialmente de los últimos años.
Sin ir más lejos, es el puerto de las memorias USB por antonomasia. Y de los cargadores de móvil de los últimos años. Así que es probable que en algún momento hayas mirado ambos puertos y te hayas preguntado qué pasaría si conectas una memoria USB al puerto del cargador móvil y este a su vez a la corriente eléctrica. Y que hayas desechado la idea por miedo a un potencial fallo eléctrico, cortocircuito, explosión o simplemente que se estropeen alguno de los dos dispositivos o salte la luz.
He conectado un stick USB a un cargador móvil: esto es lo que ha sucedido
Sobre el papel esta conexión no tiene demasiado sentido, en tanto en cuanto la misión del cargador USB es transferir energía para cargar la batería de los dispositivos, mientras que el puerto USB de la memoria USB sirve para la transferencia de datos: no vamos a poder leer la información con el cargador y aunque la memoria reciba energía, no servirá para mucho si no podemos acceder a los datos.
Dejando la utilidad al margen, toca desmentir o confirmar ese eventual daño de alguno de ambos dispositivos o incluso ese fallo en el sistema eléctrico de la vivienda, que suelen producirse por cuestiones como sobrepasar la potencia eléctrica contratada, malas condiciones exteriores, fallos generales o, como sería en este caso, un fallo en un dispositivo conectado.
Antes de empezar probamos el funcionamiento de ambos dispositivos: por un lado el cargador de un viejo móvil Samsung que ahora uso para el Apple Watch y por otro, una memoria TDK que tenía por casa a la que le he metido un par de PDFs y un vídeo en MP4.
Después, conecto ambos entre sí y a su vez a un enchufe del pasillo que funciona bien. No pasa nada. Lo dejo durante un ratito y luego ya, lo extraigo para comprobar si siguen funcionando. Vuelvo a conectar la memoria USB al ordenador para verificar que este sigue reconociéndolo y puede abrirse sin problema para acceder al contenido y cargo nuevamente mi smartwatch. Todo va como antes y el sistema eléctrico sigue funcionando sin problema. También puedes verlo en vídeo aquí.
La explicación. Al conectar una unidad flash USB a un cargador de móvil (o a cualquier otro dispositivo que pueda proporcionar energía a través de ese puerto), se establece la conexión a la toma de tierra y a los 5V que necesita para funcionar. En ese momento la unidad se enciende y queda en modo espera de transferencia de datos (que solo puede suministrar un dispositivo maestro, como un ordenador). La mayoría de cargadores USB tienen esos pines de datos no operativos, así que no pasará nada: al no detectar señales del host, el driver del USB quedará a la espera.
Portada | Eva Rodríguez de Luis
En Xataka Móvil | El orden es importante al cargar el móvil: ¿Se conecta antes el cargador o el móvil?
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