Suele ocurrir que hay determinados nombres que sirven para englobar una tecnología, como es el caso de la fibra óptica, pero que engloba todo tipo de variantes. La fibra óptica, que es la que ha reemplazado al ADSL, tiene en su interior multitud de variantes y por eso aumentar la velocidad no es algo tan simple como apretar un botón y dejar que pasen más megas. En ocasiones hay que cambiar cosas.
Es el caso de las redes XGS-PON, las últimas que están empezando a imponerse y que ya permiten que en España se comercialicen tarifas con hasta 10Gbps simétricos. Pero esto no tardará en estar obsoleto pues las 50G-PON ya vienen de camino, y éste es un buen momento para hablar de ellas. Porque son las redes que permitirán que tengamos 50 gigas simétricos en nuestra casa.
Redes pasivas de hasta 50Gbps
Como podemos ver en las redes XGS-PON y en las 50G-PON que nos traen aquí, ambas comparten apellido. Y el apellido PON es el adoptado por todas aquellas tecnologías de fibra óptica que incluyan algo que se llama redes pasivas. PON, de hecho, son las siglas de Passive Optical Networks, o redes ópticas pasivas. Hay varias en este grupo, como las A-PON o las B-PON, o las G-PON que son otro de los pasos que nos han traído aquí.
La introducción del nombre G se produce con la llegada de las redes que alcanzan un gigabit de velocidad. La forma de construir los nombres de estas redes es bastante sencillo, en realidad, una vez conoces la fórmula. La G es por Gigabit, un giga de velocidad, mientras que la S es por 'simétrico'. La X de XGS es un 10 en números romanos (se complica un poquito), así que una red XGS-PON es una red óptica simétrica que ofrece 10Gbps. Simétrica, de subida y de bajada.
Al igual que con otras redes pasivas, las redes 50G-PON (50Gbps) no cuentan con amplificadores ópticos a través de la propia red, lo que permite abaratar su instalación y su mantenimiento. Simplemente van lanzándose cables de fibra desde la central hasta los domicilios pasando por las pertinentes cajas de distribución. Y como en el caso de otras ondas, los datos de subida y de bajada se diferencian por la longitud de onda. Es decir, por su color. Habitualmente, 1.577 nanómetros para bajadas y 1.270 nanómetros para subidas.
En cuanto a sus ventajas puras y duras, las redes 50G-PON permiten incrementar notablemente la velocidad de subida y la de bajada, ofrecen una latencia bajísima que interesa a multitud de servicios (también a la nube y a los videojuegos) y ofrecen una fluctuación muy baja. Casi todo ventajas, y sólo restará que los operadores comiencen a instalarla.
Las redes pasivas son más baratas de desplegar al no contar con equipamiento alimentado por electricidad en ningún tramo intermedio
Lo que ahora empieza a llegar a distintos territorios es el nuevo estándar 50G-PON que, como ya hemos visto anteriormente, permitirá ofrecer hasta 50Gbps a través de fibra óptica. Ya dependerá de los distintos operadores el que dicha red disponga de una S de simétrica o no. Es lógico suponer que lo implementarán todas en sus infraestructuras y que después optarán por activarlo o no en función de las tarifas de cada usuario.
En nuestro país empezamos a tener XGS-PON, 5 veces más lenta, así que es posible que tarde en llegar más de la cuenta, pero la industria ya cuenta con los equipos necesarios y las pruebas están más que solventadas. Sólo resta desplegar.
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