Seguro que más de uno habéis sufrido el desinterés de vuestro ISP fijo o móvil una vez que pasáis a formar parte de su cartera de clientes. Da igual si estáis satisfechos o no, si el servicio prestado os convence, agrada o desespera, no importa mientras paguéis religiosamente la factura.
Peor es aún esa sensación que muchos de nosotros, fieles clientes durante años e incluso décadas, tenemos cuando vemos que las nuevas ofertas e incrementos de prestaciones se ofrecen en primer lugar o, lo que es más indignante, de forma exclusiva a los nuevos posibles clientes. Inmediatamente nos asalta la pregunta: Si soy un cliente fiel, ¿por qué los ISPs no me tratan mejor que a los recién llegados?
Hace unos días comenté en otro artículo, a raíz de unas polémicas declaraciones del CEO de Sony Ericsson, que en la actual situación de saturación del mercado de las telecomunicaciones, y especialmente el de la telefonía móvil, la única forma de conseguir nuevos clientes pasa casi únicamente por arrebatárselos a la competencia.
Esto tendría que llevar inmediatamente a las operadoras a la conclusión de que su objetivo prioritario debería ser cuidar al cliente, mantenerle contento, mimarle, ya que de lo contrario correrían el riesgo de perderle para siempre.
Pues bien, navegando por la Red me encuentro hoy con que al parecer no soy el único que opina en este sentido. La propia Ericsson (a la que antes critiqué, pero a la que hoy debo dar la razón en el asunto que nos concierne) ha lanzado una interesante campaña en la que aboga claramente por que los ISPs móviles incentiven a los clientes fieles de múltiples y diversas formas, todo con el objetivo de que sigan manteniendo dicha fidelidad a la par que recomiendan la operadora a sus conocidos.
Dicho de otra forma: el esfuerzo de marketing y económico necesario para convencer y atraer a un nuevo cliente hasta nuestra empresa (en este caso el ISP) puede llegar a ser de 6 a 7 veces superior que el necesario para mantener contento a uno que ya se encuentre entre nuestras filas, por lo que hay que hacer todo lo posible para no perder a los que ya hemos captado.
Ericsson cree en el poder del “efecto red“ (que simplificando muchísimo podríamos reducir a la expresión “boca a boca”) de cara a obtener nuevos clientes a partir de otros que se encuentren satisfechos con el producto y el trato obtenido.
Para ello apuesta por que las operadoras ofrezcan incentivos a los usuarios leales, como por ejemplo descuentos en la factura, tarifas especiales, incrementos en la velocidad de subida y bajada e incluso tráfico priorizado, ¿dónde hay que firmar?
No se trata de hacerlo por “caridad”, sino, en definitiva, como base de una estrategia empresarial basada en recompensar al cliente y velar por sus intereses como medio de mantener e incrementar los beneficios. Totalmente de acuerdo, Ericsson.
Sólo hace falta que las operadoras tomen nota y comiencen a aplicar en serio (o por lo menos más de lo que hasta ahora han hecho) esta perspectiva empresarial, que por cierto no es que sea un nuevo invento revolucionario del fabricante de móviles, sólo es necesario tener la voluntad y disposición de ponerse a ello, ¿no os parece?
Vídeo y foto | Ericcson
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