Ayer, por primera vez en España, se convirtió en el centro de interés político y social de la mayoría de los grandes medios. Las últimas 24 horas han sido el vivo ejemplo de que Internet importa, y mucho.
Tema habitual en páginas especializadas y en foros, pocas veces el ruido de la red había llegado con tanta fuerza a los denominados grandes medios, que ocuparon tiempo y espacio para contar lo que ocurría,pero también lo que significaba la polémica Ley Sinde. A la altura de las mejores películas; esto es lo que ha pasado.
Un debate en el Informativo de la noche de Televisión Española sobre el tema, daba a entender que aquello no era ninguna tontería. Si hasta Alejandro Sanz, desde la distancia, se preocupa por ello, es normal que los afectados, los ciudadanos, también hayamos querido informarnos. Pero no vayamos tan rápido, empecemos por el principio.
El ambiente venía caldeado con Wikileaks. Si la web de filtraciones ya puso en alerta a medio planeta, los cables que relacionaban presiones desde el otro lado del atlántico para elaborar el proyecto del Ministerio de Cultura fueron el detonante. Primero porque hubo tentaciones por no publicarlos y dejarlo pasar. Luego, porque los chillidos se han escuchado tanto que ha sido imposible para políticos y medios hacerse los sordos. Y así, apenas una semana después, es como ha llegado al congreso; con ambiente de Madrid-Barça y en prime time.
Si el debate llegó a la tele con la familia todavía recogiendo la cena, fue porque en un primer momento, ya desde ayer, pintaba mal. Se rumoreaba aquello de ablandar la medida para llegar a pactos, de negociaciones “in extremis” y juegos de malabares. A la hora de la verdad todo ha sido tan complicado como parecía, pero el resultado ha sido bien simple: K.O a Ángeles González-Sinde, cuyo único principal proyecto se desmorona por momentos.
A medio día nos enterábamos, utilizando la misma vía de estas dos últimas semanas, que en realidad aquellas exigencias desde la Casa Blanca eran un toma y daca. Oportuno momento para publicar esa información en la que se nos habla del hoy por tí, mañana por mí, del flirteo diplomático. El caso es que aquí todos estamos de acuerdo, aunque nos parezcamos peligrosamente al demonio. Al momento se leía en las redes sociales algo así:
Menuda película esto de la “Ley Sinde”, se nota que el guión está escrito en Estados Unidos.
Para cumplir los tópicos, contra pronóstico, y a la espera de una segunda parte; ha tenido final feliz.
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