Las redes Wi-Fi se han vuelto muy populares en colegios, institutos y universidades durante los últimos años, siendo utilizadas tanto por profesores como por alumnos. Sin embargo, los posibles riesgos que las radiaciones electromagnéticas de estas redes podrían suponer para sus usuarios, sobre todo en los niños más jóvenes, ha llevado al Comité de la UE de Medio Ambiente, Agricultura, Asuntos Locales y Regionales a recomendar su prohibición en las escuelas.
En cuanto a la seguridad de los niños se refiere, el comité recomienda encarecidamente lo siguiente:
Prohibir todos los teléfonos móviles, los sistemas Wi-Fi y redes WLAN de las clases, así como los teléfonos inalámbricos con tecnología DECT.
Como os podéis imaginar, ha habido reacciones de todo tipo, tanto de políticos como de miembros de asociaciones de profesores y alumnos, ya que el tema de los efectos nocivos de las redes inalámbricas en los seres humanos es muy controvertido. De hecho, los efectos potencialmente negativos de estas redes han sido objeto de estudio durante años, aunque todavía no se ha llegado a una conclusión unánime y definitiva.
Por ejemplo, en un informe publicado hace un año por la Organización Mundial de la Salud (OMS) se dijo:
Hasta la fecha, no se han establecido efectos adversos para la salud causados por el uso de teléfonos móviles. No obstante se están realizando estudios para evaluar los posibles efectos a largo plazo del uso de la telefonía móvil.
En contraposición, otro informe más reciente de la PSRAST (Physicians and Scientists for Responsible Application of Science and Technology) concluía que:
Existen una cantidad considerable de evidencias que demuestran, más allá de toda duda razonable, que la radiación de microondas de los teléfonos móviles y redes inalámbricas puede causar un aumento significativo del riesgo de sufrir tumores cerebrales. Además, hay cada vez más pruebas que indican que provoca una alteración de la función cerebral, daño a los genes y otras alteraciones.
Un tema polémico en el que se enfrentan intereses económicos, políticos y de salud pública y en el que los usuarios somos, como siempre, la parte más perjudicada. El borrador de la Comisión irá ahora a la Asamblea Parlamentaria, donde veremos si es aprobado o rechazado.
Vía | Techeye
Informe de la Comisión | The potential dangers of electromagnetic fields and their effect
on the environment
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