Telefónica concentrará su negocio en los mercados más productivos

Telefónica continúa su proceso de rebaja de deuda a pesar del repunte del mercado de las telecomunicaciones, y así, el ex-monopolio español seguirá reduciendo su presencia en países pequeños para concentrarse en los mercados más grandes y productivos.

La estrategia no sólo se reducirá a Europa, y es que el compromiso de mantener la deuda bajo control con los inversores apremia a Telefónica, que ya había reducido su presencia en otras inversiones alternativas, y que ahora necesitará abandonar algunos mercados puros de telecomunicaciones.

A las ventas de la productora Endemol, la filial Páginas Amarillas o la atención telefónica de Atento, en 2013 Telefónica ha comenzado a vender operadoras de telecomunicaciones, algo que hasta la fecha había intentado evitar a toda costa.

Ya ha sido colocado el 40% de la filial de la empresa en Centroamérica, además de la irlandesa, que ha sido vendida a la espera de la aprobación de las autoridades; y ahora el turno parece tocarle a la filial de la República Checa, también presente en Eslovaquia.

Sin embargo, los sacrificios no son del todo negativos, pues Telefónica busca con ello poder fortalecer todavía más su presencia en los mercados más importantes, como Italia, Alemania y, sobre todo, Brasil.

El país sudamericano es uno de los mercados emergentes más importantes, y Telefónica podría intentar adquirir una parte de TIM Brasil para convertirse allí en uno de los principales operadores. Además, Europa continúa siendo un mercado prioritario, pero concentrándose en los países que más beneficios puedan suponer, ya que el mercado europeo está sufriendo grandes cambios en los últimos tiempos.

Así pues, Telefónica busca consolidarse como uno de los tres grandes operadores europeos tras la compra de la alemana E-Plus, y continuará inviertiendo en las redes de nuevas tecnologías con una oferta agresiva para cerrar definitvamente su sangría de clientes en países como España.

En Xataka On | Telefónica advierte que una legislación única en Europa es un paso fundamental para mejorar la competitividad Vía | Expansión (edición impresa)