Tests de velocidad: ¿son realmente fiables?

¿Internet va lento? Test de velocidad. ¿No te carga una página web? Test de velocidad. ¿Los juegos online van a parones? Test de velocidad. Los tests de velocidad se han convertido en una herramienta imprescindible en multitud de situaciones, aunque hay que tener cuidado pues nos pueden dar resultados falsos.

Para entender cómo usar los tests de velocidad, veremos primero cómo funcionan y qué miden exactamente, qué debemos hacer para que el resultado sea lo más fiable posible y cómo debemos interpretar el resultado.

Cómo funciona un test de velocidad

En su esencia, un test de velocidad es algo tan simple como descargar y subir cierta cantidad de datos a Internet y contar cuánto tarda en hacerlo. Sabiendo el tamaño del archivo, se hace el cálculo de la velocidad a partir del tiempo que ha tardado en completarse la operación.

Por poner un ejemplo sencillo, si un archivo de 10 MB se descarga en dos segundos, entonces la velocidad durante dicha operación ha sido de 5 MB/s. Ahora bien, los tests de velocidad no se expresan en MB/s (megabytes por segundo), sino más comúnmente en Mbps (megabits por segundo).

Parecido parece, pero distinto es: Mbps son las siglas de megabits por segundo. 8 bits equivalen a 1 byte, de modo que 1 MB/s son 8 Mbps.

Así, una conexión de Internet de 100 / 50 Mbps (100 de bajada y 50 de subida) supone en realidad una velocidad teórica de máxima de 12,5 MB/s para la descarga y de 6,25 MB/s para la subida. En la realidad la velocidad puede ser menor por diversos factores que veremos a continuación.

De este modo, con el test de velocidad lo que medimos es si la velocidad real de nuestra conexión se acerca a la velocidad teórica de la misma. Ahora bien, tenemos que tener cuidado de no mezclar unidades, pues los operadores nos dan el dato en Mbps y en nuestro día a día lo que más usamos son los MB/s.

Algunos tests de velocidad van un paso más allá e incluyen mediciones adicionales como el retraso (ping) de la conexión o la estabilidad de la conexión, comprobando cuántos paquetes de datos se perdieron por el camino o si la velocidad de la conexión varía mucho durante la prueba.

Si quieres analizar la velocidad de tu conexión de datos del móvil, ten en cuenta que el proceso implica la descarga y subida de decenas o cientos de megas, que podrían añadirse a tu factura si no tienes un plan de datos ilimitado.

La importancia del servidor

Para funcionar, los tests de velocidad usan servidores con suficiente ancho de banda como para poder enviar y recibir datos a una mayor velocidad que quienes los usan. Los mejores tests de velocidad tienen servidores repartidos por todo el mundo, para poder conectarse a los nodos que se encuentran más cerca del usuario.

He aquí la virtud y a la vez el principal problema de los tests de velocidad. Un servidor que en ese momento esté saturado te puede proporcionar una medición errónea, mientras que un servidor ubicado en tu proveedor de Internet te puede dar un resultado excesivamente optimista.

Un ejemplo común de este último caso es cuando tu proveedor tiene problemas de conectividad. En este caso navegar por Internet puede ser insufrible, mientras que un test de velocidad basado en tu proveedor de Internet te arrojará resultados excelentes. Esto es así porque "la carretera" desde tus dispositivos a tu proveedor de Internet funciona bien, pero no desde tu proveedor hasta el resto de la red.

Para hacer una medición sobre a cuánto llega como máximo nuestra conexión, lo recomendable es usar un servidor lo más cercano posible. Para comprobar si la conectividad es correcta en otras circunstancias (por ejemplo, en conexiones con otros países) entonces es mejor elegir un servidor no tan cercano.

Cómo hacer una buena medición de velocidad

Los tests de velocidad no mienten, aunque te ofrecen la verdad en el momento en el que fueron tomados, y que puede ser alterada por varios factores. El más obvio, si otros dispositivos usando la misma conexión están descargando datos en ese momento.

El ancho de banda es el que es, y se reparte entre todos los dispositivos conectados, tanto si lo hacen a través de Wi-Fi como con cable. Por eso, es recomendable desconectar todos los dispositivos de Internet salvo en el que estás haciendo la prueba. Si no es posible en ese momento, al menos asegúrate de que no hay ninguna descarga en segundo plano o una aplicación de streaming de audio o vídeo, como YouTube, Netflix o Spotify.

Idealmente es mejor hacer la medición conectado al router mediante cable, aunque esto es obviamente imposible con un móvil. En ese caso, haz el test situado al lado del router, para asegurarte de que las posibles interferencias de paredes u obstáculos no afectan a la medición.

No debemos olvidarnos también de evitar otros cuellos de botella menos obvios, como el rendimiento del dispositivo haciendo el test en sí. Aunque no use Internet, un PC que está haciendo tareas intensivas en segundo plano durante un test o un móvil que tiene la potencia justa puede arrojar peores resultados.

Es por ello que en el PC es recomendable cerrar todas las pestañas abiertas salvo la del test, así como cerrar cualquier aplicación que pudiera interferir. En el móvil esto no suele ser problema, pues generalmente solo se ejecuta una tarea a la vez.

Como comentábamos antes, es importante elegir qué servidor vas a usar para la prueba. La mayoría de servicios hoy en día te permiten elegir de una lista, preseleccionando el que determinan que está más cerca de ti. Como comentábamos antes, éste te dará la mayor velocidad para tu conexión al acortar "la ruta" que los datos deben pasar desde tu dispositivo hasta él servidor y de vuelta.

Por último, no te quedes con la primera medición. Repite el test un par de veces, a ser posible eligiendo distintos servidores e incluso a distintas horas para comprobar la posible saturación puntual de la línea. De este modo te harás una mejor idea de la velocidad de tu conexión.

¿Es un test de velocidad fiable? Sí, y no. Te contarán la velocidad de tu conexión durante dicho test, pero esta verdad es más fiable o no según cuánto hayas podido reducir todos los factores adicionales.