En más de un estudio hemos visto como España se sitúa entre los países con peores conexiones a Internet pero la cosa tiene pinta de que pueda empezar a cambiar, aunque a su ritmo. Los cuatro grandes operadores de ADSL, los que menor velocidad vienen ofreciendo, ya han anunciado o incluso iniciado como en el caso de Movistar el despliegue masivo de fibra óptica hasta el hogar.
Y tras la rueda de prensa de ayer, en la que Orange y Vodafone anunciaron un acuerdo mediante el cual llegarán a seis millones de hogares y oficinas para 2017, los bandos de la fibra ya están totalmente definidos, sin olvidarnos de los también importantes Ono y cableras regionales, por lo que toca analizar que nos espera los próximos años en lo que a Banda Ancha fija se refiere.
Explotando el par de cobre
España siempre ha sido un país de explotar los recursos disponibles al máximo antes de invertir en innovación y lo mismo ha ocurrido en el ámbito de la Banda Ancha fija. Movistar heredó la extensa red de par de cobre de la época del monopolio mientras que los operadores alternativos construían sus propias redes en zonas económicamente rentables exigiendo, con razón, el acceso a la red de Telefónica para ofrecer sus servicios en aquellas zonas menos rentables.
El despliegue y mantenimiento de la red de cobre es sin duda el más económico de todos los tipos de redes disponibles pero a cambio de ello nos hemos encontrado abocados a ofertas de "hasta 20 Mb" que como más de una decía solo tenía realmente el jardinero de Telefónica, porque la distancia a la central tiene una gran influencia negativa en la velocidad realmente recibida por el cliente.
De hecho la modalidad de más bombo de Movistar en ADSL se ha quedado en 10 Mb mientras que han sido los alternativos son los que se aventuraron a publicitar 20 Mb e incluso 30 Mb mediante VDSL, una sobreexplotación del cobre que aún tiene más perdida por la distancia a la central, mientras que solo Ono y las cableras regionales ofrecen velocidades superiores y más reales.
El papel de Ono y las cableras regionales
Los que si hemos podido disfrutar de velocidades más cercanas a lo que se anuncia en la publicidad además de superiores a los 20 Mb del ADSL somos los afortunados que nos encontramos en zonas de cobertura tanto de Ono como de las cableras regionales Euskaltel, R y Telecable.
Y es que deberíamos estar agradecidos a que no todas las empresas pensaron en explotar el cobre al máximo y decidieron, a riesgo de las grandes inversiones requeridas para un desplegie decente de un nuevo tipo de red, que era hora de dar el salto cuando aún la velocidad ofrecida por el ADSL podía ser más que suficiente para la mayoría de los usuarios.
Estas cuatro empresas han combinado las bondades de la fibra óptica junto con el menor coste del cable coaxial para llevar a millones de hogares conexiones que en la actualidad ya superan los 100 Mbps de bajada no solo en teoría sino también en la practica, como se ha demostrado en numerosas ocasiones al comprobar la velocidad entregada por uno y otro operador.
Claro esta que cuando la iniciativa privada es la que tiene en su mano elegir a donde llegar la cobertura llega a aquellos lugares donde es más fácil rentabilizar una inversión de este calibre, aunque la territorialidad de Euskaltel, R y Telecable ha permitido que pueblos que podrían quedarse sin cobertura en el Pais Vasco, Galicia y Asturias respectivamente puedan disfrutar ahora de velocidad aún no disponibles, y a saber cuando, en otras regiones españolas.
Y llegó la fibra óptica
Y con una red que aún puede durar muchos años sin requerir una profunda actualización son los operadores que siempre han basado su negocio en el ADSL, Movistar, Vodafone, Orange y Jazztel, los que están obligados a renovarse si no quieren abrir una gran vía de perdida de clientes frente a las cableras, con mejores velocidades a precios similares.
Y la primera en apostar por la fibra óptica hasta el hogar no fue otra más que Movistar, que en la actualidad cuenta con más de 300.000 clientes de Banda Ancha fija bajo FTTH, lo que supone prácticamente la totalidad de los clientes de fibra existentes en España gracias a la poca competencia que existe de momento en este mercado.
Movistar decidió ser la primera en apostar con fuerza, con grandes despliegues a partir de 2011 que le han permitido de momento dominar este mercado pero ante la amenaza de un nuevo monopolio los operadores alternativos decidieron mover ficha a pesar de que un gran despliegue de FTTH exige de una gran inversión.
Las pruebas pilotos de Orange y Jazztel ya llevan tiempo en funcionamiento pero era hora de preparar grandes despliegues. La marca francesa fue la primera en anunciar el primer gran despliegue de un operador alternativo mientras Jazztel llegó a un acuerdo con Movistar para compartir las verticales de los edificios, un punto de gran controversia al haber negado ese mismo acuerdo a Orange y Vodafone.
Dos bandos, comienza la guerra
Pero ha sido el anuncio de ayer, el de estos dos últimos operadores, el que supone realmente el pistoletazo de salida para el comienzo de una verdadera guerra del FTTH. Por un lado las marcas francesa y británica y por el otro Movistar y Jazztel, con su acuerdo que solo alcanza a las verticales por lo que esta última es la que debería de mover ficha al no haber anunciado un gran despliegue.
Por lo tanto solo queda incógnita que resolver ¿que hará Jazztel? ¿Acometerá un gran despliegue en solitario o podría unirse al acuerdo de Orange y Vodafone, abierto a la colaboración con otros operadores?
