Ha cambiado mucho el mercado de la telefonía móvil en los últimos tiempos, y aunque la aparición de operadoras virtuales de bajo coste ha conseguido mejorar mucho las tarifas, quizás el mayor punto de inflexión lo supuso la llegada masiva de los smartphones y el cambio hacia un modelo basado en la conectividad global a Internet.
Hoy en día es casi imposible encontrar personas que no dispongan de una tarifa de datos para navegar con su móvil, aunque las operadoras se han afanado en limitar de algún modo la navegación para mantener sus ingresos, que han caído en otros aspectos de manera drástica, como los mensajes cortos.
Hasta ahora, la limitación más recurrida ha sido siempre por volumen de datos, y mientras algunas operadoras optan por reducir la velocidad una vez excedido el límite hasta el punto en que sólo sea útil para servicios como Whatsapp y poco más, otras mantienen las condiciones de navegación cobrando por el exceso de datos consumido.
Este era el modelo que Vodafone se había planteado para sus tarifas más baratas, y es una solución sencilla para aumentar los ingresos de manera rápida, aunque la operadora británica había sido la única de las grandes que había anunciado su intención de cobrar el exceso de datos.
Sin embargo, como ya hemos visto en otras ocasiones, recordamos el caso de Movistar y las subvenciones, las operadoras suelen copiar las estrategias para no aislarse en el mercado, y viendo el último movimiento de Movistar dando otra vuelta de tuerca a su oferta de servicios, Vodafone ha tenido que dar marcha atrás en sus planes.
Por el momento, la operadora roja no cobará los 2 euros previstos cada 100 MB de datos extra, y parece que la medida será rechazada finalmente tras ver la falta de respuestas en este sentido por parte de los principales competidores en el mercado móvil.
Así pues, continuamos con la misma tendencia del mercado con respecto a no dar ventaja a la competencia en ningún frente, y si primero veíamos a Vodafone eliminar la tarifa de acceso al 4G, ahora también vemos como desde la operadora optan por dar marcha atrás en cuanto a la estrategia a seguir con los excesos de datos en sus tarifas más asequibles.
En cuanto a los otros actores, Orange y Yoigo ni se han planteado hacer cambios en este sentido, mientras que Movistar estudió la posibilidad de cobrar el exceso aunque finalmente se optó por una reducción más drástica de velocidad, hasta los 16 kbps, dejando al usuario decidir si quiere pagar para navegar más o si se queda con un acceso muy reducido, que casi exclusivamente permitirá utilizar servicios como Whatsapp y muy poco más.
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