Hawaii, diciembre de 2017. Qualcomm celebra en la isla de la costa pacífica de Estados Unidos su Tech Summit, el evento anual en el que presenta piezas de su futuro, cercano o lejano. Y entre todas, el Snapdragon 845, el chip llamado a gobernar la gran mayoría de gamas altas del mercado móvil en 2018. El destinado a competir contra el A11 Bionic de Apple, que ahora parece tan lejano.
Y como parte de la nueva estructura de este Snapdragon 845, una pieza fundamental como la gráfica, la GPU. Una Adreno que avanza hasta el modelo 630 y se convierte en parte de algo mayor, de la X-Reality del fabricante norteamericano. Pero vayamos por partes y comencemos a describir todo lo que hemos introducido. ¿X-Reality?
Un mix de realidades y procesamiento neural
Llevamos ya más de un año oyendo hablar casi a diario de las distintas realidades en el ecosistema móvil. De la realidad virtual, algo más aparcada por su necesidad de recursos de hardware, y de la realidad aumentada, en boga gracias a ARKit en primer lugar, y a ARCore en segundo. Apple y Google empujando a nivel de software, y ahora Qualcomm ayudando a plena potencia en el apartado físico.
Porque la X-Reality no es más que la mezcla entre ambas realidades, la forma en que Qualcomm entiende que hay que tratar dos usos que son, en última instancia, el mismo. De ahí que haya desarrollado funciones de mapeo de superficies y objetos contenidos en habitaciones, la detección de movimientos de la mano para emplearla como controlador y que haya añadido más potencia si cabe al desarrollo de modelos en tres dimensiones.
Todo ello, cómo no, aderezado con algoritmos de inteligencia artificial. Pues todo esto, al fin y al cabo, nos va conduciendo a una inteligencia artificial que acabará por ayudar en todo, desde la fotografía hasta el vídeo, desde la ejecución de aplicaciones hasta a la traducción simultánea. Procesamiento neural que incluso colaborará para hacer que las conexiones inalámbricas sean más eficientes. Todo ello, mezclado pero no agitado, es la X-Reality.
¿Y de qué tipo de X-Reality hablamos? El Snapdragon 835 era capaz de generar gráficos de 1.500 x 1.500 píxeles a 60 fotogramas por segundo, ahora la Adreno 630 del Snapdragon 845 es capaz de llevarlo todo un paso más allá. 2.400 x 2.400 píxeles a 120 fotogramas por segundo, un hardware capaz de generar contenido para DayDream, para las Vive de HTC y para las Oculus.
Citius, altius, fortius, Adreno 630
Para ser capaz de desarrollar la potencia necesaria para todo lo que Qualcomm quiere hacer desde su procesador de cuatro centímetros cuadrados, los americanos han reescrito no pocas partes del SoC, una de las cuales es su gráfica. La Adreno 630 que llega a bordo del Snapdragon 845 en primer lugar, y ya se verá si se reutiliza para otros chips más adelante.
Cuenta Qualcomm en Hawaii que la nueva Adreno 630 es capaz de desarrollar un 30% más de potencia que la Adreno 540 montada en el Snapdragon 835. Un salto tan considerable como necesario si el nuevo chip pretende ser capaz de ofrecer realidad virtual y artificial combinadas en una, y ser capaz aún de llevar a cabo el resto de funciones gráficas de los teléfonos que monten este Snapdragon 845.
Pero los americanos no sólo nos hablan de potencia sino también de consumo. Si la potencia sube, el consumo baja. Otro 30%, concretamente, con respecto a la Adreno 540. Gráficos ahorradores, algo que agradecerán las baterías del mercado móvil. Y por supuesto, la velocidad de envío de imágenes a la pantalla también se incrementa. Un 250% o, lo que es lo mismo, 2,5X. Sin duda, una Adreno que promete mucho.
La principal pieza a la hora de echar una mano a los algoritmos de inteligencia artificial pero no la única. Como contó Qualcomm, el DSP Hexagon 685 también cargará con parte de los cálculos, y por supuesto la CPU con núcleos Kryo 385. Todos trabajando en grupo para ofrecer una potencia gráfica nunca antes vista en el seno de Qualcomm. Ya estamos deseando probar los primeros móviles que lo monten. Como el Xiaomi Mi 7, por ejemplo.
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