Es posible que a estas alturas hayamos tenido tal saturación de noticias acerca del futuro de las baterías que tendamos a no prestar atención a las futuribles mejoras más cercanas al mercado. El hype causado por el grafeno es tal que sólo prestamos atención a las baterías para quejarnos de su durabilidad o para apreciar evoluciones palpables, como la de las distintas cargas rápidas.
Sin embargo, los científicos siguen tratando de hacer que este sector, en ocasiones aparentemente estancado, siga avanzando conforme requiere la propia tecnología que depende de su alimentación. Uno de ellos, el Profesor Yuan Chen, parece haber dado con un importante descubrimiento para cambiar una tecnología ya existente y acercarla a los móviles. Las baterías de zinc-aire son más baratas de recargar hoy que ayer.
Baterías con 5 veces más capacidad
Al menos es lo que promulga el Profesor Chen en su última publicación, un paper en el que afirma haber descubierto un nuevo sistema para recargar las baterías de zinc-aire y, por ende, abaratar el proceso. Tanto que haría que éstas comenzasen a ser viables en entornos distintos a los que se mueven en la actualidad. O lo que es lo mismo: las acercaría a los teléfonos móviles.
Las baterías de zinc-aire son bastante más baratas de producir que las actuales de litio, tanto las de iones como las de polímero, por la sencilla razón de que hay más concentración de zinc en la naturaleza que de litio, y que disponemos de tanto aire como sea necesario para componer las mencionadas baterías. Esto, unido a que son más seguras y más eficientes las hace idóneas para teléfonos móviles y otros dispositivos de la actualidad. El problema, su recarga.
Poder tener una batería del mismo tamaño que las actuales de ion-litio pero con cinco veces más capacidad de almacenamiento energético es sin duda un concepto interesante, aunque esta dificultad y alto coste de su recarga ha hecho que la tecnología no haya abandonado aún determinados mercados con menores exigencias. Como algunos audífonos, por ejemplo.
No obstante, el Profesor Chen afirma en su publicación haber encontrado un nuevo sistema por el que poder obtener oxígeno del aire de forma eficiente, una suerte de electrocatalizadores de oxígeno más efectivos que permitirían tanto unir el oxígeno al zinc como después devolverlo al aire durante cada proceso de recarga y descarga de las baterías.
Catalizadores más baratos
Los catalizadores empleados en la actualidad están construidos con metales precios como platino u óxido de iridio, y por ello es costoso producir cada una de estas baterías. Con el nuevo sistema del Profesor Chen podrían construirse de materiales tan comunes como el hierro, el cobalto o el níquel. Algo que abarataría notablemente la construcción de estas baterías ya existentes y más eficientes que las de ion-litio o polímero de litio.
A través de las pruebas, Chen apunta haber perdido únicamente un 10% de eficacia en las baterías de zinc-aire con más de 60 ciclos de carga y descarga de 120 horas. Pruebas satisfactorias que aún pueden ofrecer mejores resultados en el futuro pero que, sin duda, hacen que estas baterías de zinc-aire se pongan a tiro del mercado que más acumuladores de energía demanda en estos momentos, con permiso de los coches eléctricos: el de los smartphones.
Vía | TechXplore
En Xataka Móvil | La enciclopedia de las baterías para móviles
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