Probablemente el titular sea de lo más disparatado que se haya podido leer en el mundo de la telefonía móvil, pero es una de las pruebas que un equipo británico de ingenieros del Centro Espacial Surrey, en Guilford, que quieren llevar a cabo para toma de fotografías y el control de un pequeño satélite de unos 30 centímetros de longitud, de la mano de un terminal Android.
Los smartphones actuales son sorprendentes, con procesadores de 1 Ghz y memoria flash, queremos ver si funcionan allí arriba y si pueden controlar un satélite
Con estas palabras se expresaba el director de proyecto en SSTL (Surrey Satellite Tecnology Limited), Shaun Kenyon. No existe versión oficial sobre el modelo de Android a usar, pero sí que se confirma que no será un modelo a la carta para la misión, sino un terminal de los que podemos encontrar actualmente en el mundo de Android en torno a los 400 euros. La elección de Android se debe en principio a la facilidad y libertad que ofrece en los desarrollos de software frente a otros sistemas más cerrados.
La idea es verificar el uso de las capacidades del teléfono en un entorno duro y no contemplado, al margen de las funciones unidas a la cobertura de un operador que son inviables a cientos de kilómetros de la corteza terrestre, máxime teniendo en cuenta que la radiación de antenas de telefonía móvil no se contempla para hacerlo por encima de sí mismas (no suele haber muchos usuarios potenciales por encima de los edificios, ciertamente). Hasta ahora sólo se habían hecho algunas pruebas con globos meteorológicos para la toma de fotografías.
La misión será llamada STRaND-1 (Surrey Training Research an Nanosatellite Demonstration) y el móvil irá en una cabina para evitar los cambios de temperatura y fuertes radiaciones para las que un smartphone convencional no está preparado. Con pruebas como esta se pretende poder abaratar costes y peso en futuros proyectos espaciales como ya han hecho con anterioridad con el uso de componentes de portátiles, por ejemplo.
Vía | BBC