Algunos ejecutivos y analistas en Estados Unidos están cebándose con la compañía de Mountain View, calificando a sus responsables de ser cortos de miras y centrarse demasiado en el manido campo de la publicidad, con el que el gigante informático piensa embolsarse un total de 10.000 millones de dólares (unos 7.700 millones de euros) al año con la ayuda de la incorporación de varias plataformas de anuncios en las futuras versiones del sistema operativo Android.
Incluso el propio Eric Schmidt declara estar de acuerdo en parte con tales afirmaciones, sin dejar pasar la oportunidad de añadir que, pese a quien pese, ha sido la elección correcta para la compañía. Algo en lo que el CEO de la compañía no va demasiado desencaminado, ya que sólo durante el segundo trimestre de 2010, Google registró unos ingresos de 5.100 millones de dólares (3.900 mil millones de euros), suponiendo un 66% del total de sus ingresos.
No obstante, desde Google afirman no pretender depender de la publicidad tradicional mediante sus servicios de Google AdWords y Google Display, sino que están preparando un ambicioso plan con el objetivo de garantizar mayores ingresos con la ayuda de su sistema operativo Android, con un buen número de funciones por explotar y lo que es aún mejor de cara a desarrolladores: libre y de código abierto.
Con más de 160.000 activaciones diarias de teléfonos que soportan dicha plataforma, la cuota de mercado móvil de Google se amplía a pasos agigantados con la implementación de plataformas de publicidad que suministran información precisa de lo que el usuario demanda en cada momento.
Si tenemos mil millones de personas que usan Android, ¿por qúe no podemos hacer dinero con eso? Tan sólo es necesario que cada usuario repercuta un gasto al anunciante de 10 dólares para conseguir el objetivo propuesto.
Algo que no resulta para nada descabellado con Google fijando sus vistas en los motores de recomendación, el desarrollo de la herramienta de publicidad móvil recientemente adquirida AdMob y la incorporación de la publicidad basada en la geolocalización del usuario. Al final, toda la inversión en el desarrollo de herramientas gratuitas nos va a pasar factura en forma de publicidad agresiva, equiparándose en este aspecto a Apple con iAd.
Vía | WSJ.