Investigadores de la Universidad de California han conseguido transformar la cámara de 5 megapíxeles del iPhone 4 en un microscopio capaz de detectar desordenes sanguíneos –aunque evidentemente esto dependerá de si el que mira sabe discernir lo que ve-.
No es la primera vez que se convierte un móvil en un microscopio, pero la novedad en este caso es que la modificación es realmente sencilla, nada aparatosa y cuesta menos de 40 dólares. En concreto se trata de una lente esférica de 1 milímetro embebida en una goma, la cual se engancha a la cámara del iPhone.
Esta modificación consigue sólo 5 aumentos, pero son suficientes para llegar a los 1,5 micrones. No es mucho si hablamos de microscopios pero es bastante si tenemos en cuenta que se trata de un teléfono. De todos modos el interés de esta lente reside en su reducido precio, entre 30 y 40 dólares, que podría reducirse incluso más haciendo una producción en masa.
La intención de los investigadores era sobre todo crear algo realmente barato que se pueda enviar a zonas rurales o deprimidas para que los médicos puedan diagnosticar, o enviar la foto a un experto, sin necesitar grandes infraestructuras. Ahora están buscando la forma de intercambiar la lente esférica con un espectrómetro que permita medir el oxígeno en sangre y detectar marcadores químicos.
El iPhone siempre ha sido un buen aliado médico gracias a sus aplicaciones y accesorios, pero a este paso será una interesante herramienta de diagnóstico, a un nivel básico, claro.
Vía | Digital Trends