Imaginación al poder, sin duda. Esto deben pensar el grupo de ingenieros vinculados a la Universidad de California (UCLA) que han investigado la posibilidad de tener una pantalla en nuestros móviles que sea capaz de recoger energía a partir de la luz del Sol, la luz ambiente e incluso recicle como energía parte de la propia luz generada por el teléfono a través de la pantalla.
Sin duda, si cogemos cualquier medidor de batería de los que circulan en las tiendas de aplicaciones de las diferentes plataformas (o incluso de serie), la pantalla puede llevarse el 80% de la energía de cada ciclo de carga con facilidad, y teniendo en cuenta que ocupan casi la totalidad de la superficie frontal del teléfono, qué mejor idea que integrar de forma translúcida células fotovoltaicas que permitan hacer un doble uso que alivie ese gasto energético continuo y atroz.
Decimos alivie porque tampoco esperemos que estas pequeñas células nos carguen el móvil en unas pocas horas, pero todo lo que venga a sumar autonomía va a ser bienvenido. Ya vimos pequeños escarceos similares en el pasado, aunque usando la parte trasera del teléfono, con el Samsung Blue Earth o el Puma Phone. Con ellos constatamos que esto no es la panacea, pero es mejor que nada.
El funcionamiento de estas variantes de células fotovoltaicas se basa en aprovechar casi el 75% de la energía desperdiciada por los paneles LCD durante su funcionamiento, algo que complementa la ineficiencia de estas células en situaciones sin luz ambiente de la que alimentarse. De esta forma se consigue estar en una situación de recogida de energía casi continua si tenemos la posibilidad de no tener el teléfono guardado constantemente.
Habría que si ver con el calorcito español de verano estas células tienen lo que hay que tener para sobrevivir ellas, el teléfono y poder contarlo (por móvil, claro). Pero demos tiempo al tiempo como siempre, porque esto tiene visos de futuro.
Vía | PocketNow
Sitio Oficial | UCLA Newsroom
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