Hubo una época en la que tener una conexión a internet en casa era sinónimo de ser un bicho raro. Hoy no sólo están ya prácticamente en todos los hogares sino que las velocidades empiezan a alcanzar cifras astronómicas. La oferta comercial de 1000Mbps de fibra óptica en nuestro país es ya una realidad con operadoras como Parlem, aunque los investigadores nos muestran lo lentas que son en comparación con lo que está por llegar.
Para hablar de velocidades estratosféricas no hace falta mirar hacia un futuro muy lejano, ni pensar en el Capitán Kirk a los mandos del Enterprise. Investigadores del University College de Londres han conseguido, siempre en condiciones controladas de laboratorio, una velocidad de transmisión de datos 11 veces superior a la máxima oferta comercial en estos momentos.
Un nuevo récord mundial
En condiciones controladas, y gracias a técnicas de codificación utilizadas en conexiones inalámbricas, los investigadores han alcanzado una velocidad récord de 1125 terabits por segundo. O lo que es lo mismo, 50000 veces superior a lo que se define en Reino Unido como una conexión ultrarrápida. Aunque el ejemplo utilizado por Robert Maher, líder del experimento, para ilustrarlo ha sido mucho más gráfico y medieval.
En comparación, esta velocidad supone unas 50000 veces la media de velocidad de la banda ancha del Reino Unido, de 24 megabits por segundo. Por ejemplo, la velocidad de transmisión que hemos logrado permitiría descargar por completo la serie de Juego de Tronos en calidad HD en menos de un segundo.
La comparación con Juego de Tronos no ha sido a la ligera. Han estimado que la serie completa, las cinco temporadas emitidas en la actualidad, ocuparían 720GB en un disco duro en calidad HD. Esta información podría ser transmitida de punto a punto en menos de un segundo. Algo que supone la demostración de que los límites de transmisión de la fibra óptica están aún muy lejos de los que conseguimos en la actualidad.
Técnicas conocidas
Como comentábamos en la introducción, esta velocidad ha sido lograda gracias a un método de codificación de archivos que ya se usa en la actualidad en las conexiones inalámbricas. La novedad, además de las condiciones que han conseguido reproducir la velocidad y que por ahora quedan limitadas a un laboratorio, es la aplicación de esta codificación a una conexión de fibra óptica. Algo que, como vemos, ha conseguido disparar la velocidad lograda.
Otra característica del experimento es que los investigadores han trabajado con un único receptor pero quince emisores, quince canales de transmisión que se han agrupado en uno solo. El siguiente paso será comprobar cómo se comportará este nuevo método de transmisión de datos en una red de fibra óptica real, con emisores y receptores a kilómetros de distancia y con las dificultades que experimentan estas redes en la actualidad.
El futuro a la vuelta de la esquina
Por ahora estas condiciones son sólo una ilusión pero los investigadores del University College de Londres se muestran optimistas en cuanto al futuro de las redes:
Este resultado representa un hito que muestra que las conexiones ópticas de 1 terabit por segundo de velocidad son posibles. Una infraestructura de comunicaciones digitales de alta capacidad es esencial en todos los aspectos de la economía digital y en la vida diaria.
Así pues, toca agradecer a estos investigadores que hayan abierto esta pequeña ventana al futuro para mostrarnos qué puede hacer una conexión de fibra óptica, y qué podremos conseguir dentro de no demasiado tiempo. Este experimento junto con la próxima llegada del 5G y el LiFi, ya una realidad, augura un futuro de hiperconexión a velocidades inimaginables hace algunos años.
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