La batería sigue siendo la deuda pendiente de los smartphones. Estoy seguro de que prácticamente todos los usuarios estamos de acuerdo con esto. Actualmente muchas empresas están trabajando en soluciones que les permitan resolver el problema de la autonomía de los móviles, pero lo cierto es que ninguna parece que vaya a estar lista a corto plazo. Ni las baterías de hidrógeno de Apple, ni las pilas de metanol de Toshiba llegarán en breve.
Las baterías de litio-aire de IBM, la tecnología de nanotubos de carbono y las pilas de grafeno, entre otras opciones, tampoco parece que vayan a llegar pronto, por lo que el panorama es un poco desolador. Sin embargo, una solución expuesta por Microsoft en el último Digital Summit podría mejorar la autonomía de nuestros móviles sin necesidad de esperar mucho más. Según la compañía de Redmond, es posible alcanzar una autonomía de una semana con la tecnología actual.
Un «truco» ingenioso
Es evidente que si nos vemos obligados a esperar hasta que esté lista alguna de las tecnologías que he mencionado al principio de este post, pasarán aún muchos años hasta que podamos tener móviles con una autonomía mucho mejor que la actual. Por esta razón, el enfoque que propone Microsoft se apoya en lo que ya tenemos, en la tecnología de ahora. Eso sí, requiere una gestión mucho más inteligente de los recursos y la integración de dos pequeñas baterías de ión-litio, que reemplazarían a la batería de gran capacidad que incorporan nuestros smartphones actualmente.
Los dispositivos móviles que estamos usando no utilizan la energía de la forma más eficiente, lo que deja a los fabricantes un margen de mejora muy amplio sin necesidad de desarrollar nuevas tecnologías. Como acabamos de ver, la solución que propone Microsoft se apoya en dos pilares, uno poco original y otro bastante innovador. Lo primero que defienden es la necesidad de optimizar mucho el software para que se pueda ejecutar de una manera más eficiente. Esto realmente no es nada nuevo. Pero la idea de integrar dos baterías sí lo es.
Ranveer Chandra, el ingeniero de Microsoft que dirige el equipo que está trabajando en esta tecnología, explicó durante el Digital Summit que han conseguido fabricar varios prototipos capaces de ofrecer una autonomía entre un 20 y un 50% mayor que la actual. Para lograrlo han modificado el sistema operativo para que sea capaz de clasificar las apps y los procesos que se ejecutan en segundo plano en dos categorías: los que representan un consumo de energía y una entrega de corriente muy grande, como los juegos, y los que consumen muy poco, como, por ejemplo, los procesos en ejecución cuando el móvil está en estado de espera.
El problema es la eficiencia
Las baterías actuales no son capaces de entregar la energía que contienen de una forma eficiente ante demandas de corriente muy distintas (buena parte de la energía se disipa en forma de calor), por lo que han probado a reemplazar la batería que tienen los móviles actualmente por dos más pequeñas, que, eso sí, están adaptadas a distintas demandas energéticas. Una puede entregar mucha corriente de forma eficiente porque está diseñada para realizar esta tarea, y la otra poca corriente también con mucha eficiencia.
Esta estrategia obliga a un componente del sistema operativo a decidir qué batería debe trabajar en un instante determinado en función de los procesos y las apps que se estén ejecutando, y de sus exigencias en materia energética. Pero esto es todo. La principal ventaja de esta propuesta es que, sobre el papel, no contempla ningún reto tecnológico, por lo que es viable a corto plazo. De hecho, aunque por el momento las pruebas que han hecho en Microsoft «solo» han alcanzado un incremento máximo del 50%, esperan conseguir que los móviles tengan una autonomía cercana a una semana de uso continuo.
Veremos cómo se concreta todo esto, pero, desde luego, para empezar no está nada mal. En principio cualquier solución que nos ofrezca una autonomía mejor sin necesidad de esperar hasta que estén listas las baterías de grafeno, de nanotubos de carbono y compañía, es bienvenida. Solo nos queda confiar en que el volumen conjunto de las dos baterías que pretenden usar no supere el de las que estamos utilizando actualmente para que el tamaño de los móviles no se incremente. Os seguiremos contando.
Vía | MIT Technology Review
En Xataka Móvil | La batería, la deuda pendiente de los smartphones
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