Aunque parece que todos los avances en telefonía móvil siempre avanzan en la misma dirección: más potencia, pantallas de más calidad… Lo cierto es que también existen otras vías de desarrollo muy interesante, por ejemplo la de los materiales: más ligeros, más respetuosos con el medio ambiente y también más resistentes a los elementos externos.
En este último punto Nokia está investigando para mejorar las superficies hidrofóbicas y conseguir que sea imposible que nuestros teléfonos se mojen, les entre agua y por tanto dejen de funcionar correctamente. En un vídeo publicado en su blog oficial, el cual podéis encontrar arriba, Chris Bower de la Universidad de Cambridge nos explica cómo funciona esta nueva superficie.
La idea, como otros tantos avances tecnológicos, proviene de la imitación de la naturaleza. En este caso en concreto de las flores de loto, las cuales repelen el agua a la perfección. Todavía queda mucho para alcanzar ese grado de efectividad pero lo mostrado por Nokia nos deja ver que ha logrado avanzar bastante en esta materia.
En el vídeo podemos ver una superficie metálica donde el agua se desliza como si se tratara de una esfera. De hecho, la primera demostración que vemos es en una especie de laberinto donde la gota se mueve como si fuera una canica. En este caso estamos ante una superficie hidrofóbica normal.
El siguiente ejemplo que nos muestran es más claro. Vemos cómo en la pantalla de un Lumia 710 cae una gota de agua y prácticamente rebota en ésta. Para conseguir este grado de rechazo, Nokia introduce nanoestructuras que crean una capa de aire por encima del material lo que permite que el agua no toque la superficie.
Para hacernos a la idea de la diferencia, Chris Bower apunta un dato bastante interesante. Mientras que las superficies hidrofóbicas tienen un ángulo de contacto de 120 grados, la tecnología que está desarrollando Nokia es de prácticamente 180 grados. Es decir, casi absoluta.
De momento esta tecnología es experimental y todavía queda para que la veamos en los teléfonos de Nokia. La demostración con el Nokia 710 es sólo una prueba de que la tecnología funciona. Tal y como explican en el blog de la compañía finlandesa la tecnología está casi a punto así que es bastante probable que la veamos en la próxima generación de teléfonos.