Lo estamos viendo por todas partes. Los Sony Xperia Z, los HTC One o los Samsung Galaxy S4 han adoptado como suyas las pantallas de gran tamaño, y solo el modelo de HTC no sigue la moda de las 5 pulgadas que parece ser uno de los argumentos claros de venta de smartphones en 2013.
Y sin embargo, puede que la cosa no acabe ahí. Teniendo en cuenta que cada año nos encontramos con smartphones de mayor tamaño y que el mercado de los phablets está cosechando muy buenas críticas, puede que tengamos que ir preparándonos para smartphones con pantallas de 6 pulgadas.
Llegan las 6 pulgadas
Al menos eso es lo que apuntan en DigiTimes, un diario online al que siempre hay que observar con cierta perspectiva porque los aciertos en sus previsiones suelen ser tan numerosos como sus errores. Y sin embargo, sus apreciaciones tienen esta vez mucha coherencia.
Los últimos datos de sus responsables indican que los fabricantes japoneses, y en concreto Sharp y Panasonic, están apostando de forma clara por los paneles ultradelgados de 6 pulgadas y están aumentando la producción de este tipo de componentes.
Eso indicaría que la demanda de estos elementos sería cada vez mayor por parte de fabricantes tradicionales de smartphones, y de hecho ya estamos comenzando a ver una evolución del mercado en ese sentido: los Galaxy Note 2 cuentan con pantallas de 5,5 pulgadas --pero se rumorea que los Galaxy Note 3 llegará a las 6,3-- y el Huawei Ascend Mate cuenta con pantalla de 6,1 pulgadas.
No solo eso: el mercado de los phablets está cada vez más asentado. Preguntes a quien preguntes, dispositivos que en primera instancia parecen mamotretos acaban conquistando totalmente a sus propietarios, que llevan con cada vez mayor naturalidad eso de realizar llamadas con estos zapatófonos de la era moderna.
El Samsung Galaxy Note 8.0 es quizás la excepción a la regla, tal y como demostró uno de nuestros compañeros (en la imagen). Será difícil no quedar en ridículo llamando por teléfono con un phablet de este porte, pero está claro que los smartphones de 6 pulgadas parecen hasta manejables comparados con este singular modelo de la ambiciosa Samsung.
Ventajas, inconvenientes, y muchas dudas
Es evidente que dar el salto a una pantalla de 6 pulgadas difuminaría aún más esa delgada línea que separa a los smartphones de los tablets y dotaría a sus usuarios de mayor superficie visual para disfrutar de contenidos en dichos dispositivos. Lo que no veo tan factible --ni siquiera lo veo útil-- es que las resoluciones pasen de los actuales 1080p a los que han llegado muchos dispositivos, ya que las densidades de píxel logradas en ellos son tan altas que aún pasará algún tiempo antes de que se necesite dar un nuevo salto en ese aspecto.
Ante esa ventaja fundamental está el inconveniente: los móviles de 5 pulgadas ya son incómodos y prácticamente imposibles de usar con una sola mano, y lógicamente si apareciesen modelos de 6 pulgadas quedaría claro la necesidad de utilizar las dos manos para interactuar con ellos. Ese tamaño de pantalla los hace aún más incómodos de trasladar (adiós al móvil en el bolsillo del pantalón o la chaqueta), pero tras la experiencia con phablets como el Galaxy Note 2 parece que dicho hándicap no lo será durante demasiado tiempo.
Y en cuanto a las dudas, la autonomía de la batería sigue siendo un misterio: aunque el tamaño de estos dispositivos permite integrar baterías de mayor capacidad, el consumo también es mayor, y la conectividad a redes de voz y datos ha demostrado que una de las mayores diferencias entre tablets y phablets es, precisamente, la autonomía de las baterías. En este sentido obtendremos probablemente cifras similares a las que se manejan actualmente en smartphones de gama alta --un aguante de un día o día y medio, como mucho--, suficientes para usuarios móviles.
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