Un inventor británico dice tener la solución a algunos de los errores que se cometen escribiendo en teclados virtuales. Su solución es tan sencilla como utilizar teclas triangulares, que tendrían más espacio a su alrededor que las habituales teclas cuadradas o redondas sin sacrificar significativamente el área activa de tecleo.
Es obvio que la idea es buena, basta con mirar el concepto de su propuesta para darse cuenta de su utilidad. Sin embargo, con la popularización de los teclados virtuales apaisados, el tamaño de las teclas y la separación entre ellas no parece ser el principal problema, al menos por experiencia propia. La falta de una respuesta visual o táctil a nuestras pulsaciones, algo que cada fabricante resuelve a su estilo (pequeño zoom de la tecla pulsada, uso de vibraciones hápticas), parecen tener más peso a la hora de pulsar la tecla equivocada, aunque toda mejora es bienvenida.
La invención de David Baker, bautizada como teclado cocodrilo, todavía no está presente en ningún sistema operativo o aplicación en desarrollo, pero dada su simpleza, sería de agradecer que alguien esté dispuesto a añadirlo, al menos, como una distribución de teclas alternativas a la tradicional.
Vía | RegHardware.
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