Móviles con buena cámara: en qué fijarse para que tu próximo móvil haga buenas fotografías

El mundo cambia y la fotografía no os podéis imaginar cuánto en estos años locos. Hace tiempo muchos fotógrafos dudábamos de los móviles. Ahora parece que son los únicos que van a quedar. Si nos enfrentamos a la compra de un terminal que nos sirva para nuestros propósitos. ¿En qué nos tenemos que fijar los fotógrafos a la hora de comprar un móvil?

La fotografía móvil ha cambiado todo lo que conocemos. Es un cambio tecnológico radical que ha aprovechado sus desventajas físicas para convertirse en el referente del mundo de la imagen. Ahora mismo llama más la atención el lanzamiento de un móvil que cualquier cámara del mercado, salvo que sea puntera e inalcanzable para la mayoría.

Hasta hace bien poco, la presentación de una sin espejo generaba todo tipo de debates en las redes. Pero basta para que un móvil se anuncie para que todos nos preguntemos por las innovaciones fotográficas que traerá y si superará al que se presentó hace tres semanas.

Así que los que quieren entrar en este mundo móvil tienen que mirar de otra forma el dispositivo que formará parte de sus vidas en los próximos meses, o con un poco de suerte, un par de años.

Antes de entrar en las recomendaciones

La esencia de la fotografía móvil, lo que nos ofrecen los publicistas, es la sencillez. Usted apriete el botón que nosotros te hacemos el resto. Tú no te tienes que preocupar de nada y las fotografías te saldrán como en los anuncios. Lo bueno es que la mayoría de los fotógrafos ya no caen en estas trampas.

Es verdad que los móviles simplifican las dificultades técnicas por las que tenía que pasar el usuario al mínimo. Pero no es lo más importante. Todavía es esencial saber mirar, tener paciencia y ver bien la luz para conseguir la mejor fotografía posible.

Y esto solo se consigue con mucha práctica, clases teóricas y después de ver el trabajo de muchos autores, tanto clásicos como los que disfrutamos en las redes. No nos dejemos engañar, fotografiar con móvil es como hacerlo con una cámara de toda la vida, el fin es el mismo.

Al final lo que queda es una imagen. Y si eres bueno, dará igual lo que hayas utilizado, desde una lata de cerveza al último móvil del mercado. Y el mejor terminal del mundo únicamente te permitirá mejorar desde el punto de vista técnico.

La fotografía no se reduce a la máquina, todavía no. Nosotros tenemos mucho que decir, no dejemos que se reduzca con un solo adjetivo como hacen los agoreros.

Qué tenemos que mirar para elegir el mejor móvil fotográfico posible

Aunque duela hay que decirlo. El mejor móvil que podemos recomendar hoy no será el mismo que el de dentro de 3 meses. Todo cambia muy rápido y nos podemos perder fácilmente. En el mundo de la fotografía tradicional puedo seguir recomendando con los ojos cerrados la Nikon D850 o la Sony A7 III. Pero es difícil recomendar un móvil a largo plazo.

Todos sabemos que hay apuestas seguras, que año tras año iPhone o Samsung o Huawei nos sorprenden... ¿Pero a que ya no recomendaríamos a nadie el iPhone 8 o el Huawei P20? Esto es a lo que me refiero. Nos esperan muchos años de continuas novedades hasta que el mercado se estabilice y el próximo móvil siempre será el mejor.

Después de estas puntualizaciones, vamos a ver todo en lo que nos tenemos que fijar a la hora de buscar un móvil con la intención de utilizarlo como cámara fotográfica.

1. Los avances dentro de la fotografía computacional

Ahora mismo debemos leernos de arriba abajo todas las novedades de la fotografía computacional que traiga el teléfono que quieres comprar. Ahí es donde se asienta ahora mismo la calidad final de un móvil fotográfico.

Es lo que marca la diferencia entre un teléfono u otro. Los demás aspectos que vamos a ver a continuación nos pueden condicionar mucho, pero los avances tecnológicos es lo que hace que un teléfono destaque sobre los demás.

Hace tiempo, en 2017, me sorprendió todo lo que podía llegar a hacer un Google Pixel 2. Ahora el Google Pixel 6 tiene una cámara dual, sí, pero conserva ese sensor de 12 MP que sigue maravillando única y exclusivamente por todas las funciones extras del software.

Llama mucho la atención el famoso borrador mágico del Pixel, o el desenfoque de fondo en los retratos; o el uso del alto rango dinámico para superar las situaciones con poca luz o el efecto parallax.

En este apartado me quedaría sin lugar a dudas con los iPhone 13 y el Google Pixel 6.

2. La calidad del sensor

El objetivo y el sensor son los dos puntos más importantes a la hora de comprar una cámara sin espejo. En el mundo móvil siguen siendo relevantes, pero están supeditados al punto anterior.

El sensor era el corazón del sistema junto con el procesador. Y los profesores de fotografía siempre recomendábamos comprar una cámara con el sensor más adecuado para nuestras necesidades. No todo el mundo necesita un formato completo para su trabajo o su afición.

De hecho, ya no es tan importante el tamaño del sensor, aunque sospecho que la próxima frontera que saltarán será precisamente eso... Ahí tenemos por ejemplo el último modelo de Sony, el Xperia PRO-I.

¿Y cómo olvidarnos de los millones de píxeles? La escalada parecía asentada en las cámaras, pero en los móviles están ofreciendo cantidades estratosféricas de píxeles en superficies diminutas. Es verdad que esto permite hacer ampliaciones mayores, ¿pero de verdad que pensáis que lo hacen solamente por este motivo? Muy poca gente hace copias en papel.

La clave es, de nuevo, la tecnología que está detrás. Si tienen tanta información es porque, en principio, pueden hacer el famoso pixel binning que hemos visto recientemente en la Leica M11, por ejemplo. Si se agrupan internamente esos píxeles de más, la información que suman es mayor que si actuaran por separado, y así consiguen mejor respuesta en situaciones de poca luz.

De nuevo recomendaría el iPhone 13 por la calidad denostrada de su sensor y por supuesto el Huawei Mate 40 Pro que recomendamos en Xataka.

3. La calidad del objetivo

En el mercado actual los distintos sensores están asociados con un objetivo. En un móvil tenemos varios sensores con su propio objetivo, para superar una de sus grandes limitaciones, que es disponer de un zoom óptico con calidad suficiente.

Para solucionar este nuevo problema se les ocurrió la jugada maestra de utilizar tres o cuatro objetivos, con distinta distancia focal y luminosidad y aprovechar para crear el mejor conjunto sensor/objetivo posible. El único fin es optimizar, al límite, ambos elementos para conseguir la calidad más alta si algún loco, como yo, prefiere seguir disparando en formato RAW.

Respecto a los objetivos hay que fijarse sobre todo en la calidad de construcción y materiales. No es lo mismo una lente de plástico, como tenían los primeros móviles a esas pequeñas maravillas de la ingeniería de los últimos modelos, algunos firmados por fabricantes tan prestigiosos como Leica para Huawei (Huawei P40 Pro), Zeiss para Sony o Hasselblad con One Plus y su 9 Pro.

Esto no es garantía de nada hasta que se demuestre que no es solo una firma autorizada, pero es una excelente guía. Y como es difícil, por espacio, la presencia de un buen zoom, sí que tenemos que mirar con buenos ojos el exceso de objetivos. Esto garantiza que los cálculos implicados en la fotografía computacional son mucho más precisos para desenfocar fondos y demás aspectos que no se pueden hacer por la falta de diafragma.

4. La luminosidad del objetivo

Tenemos que asumir que no existen los diafragmas variables en la fotografía móvil. Por falta de espacio, por costes de fabricación y por cuestiones físicas. Es uno de los límites más importantes a los que se enfrenta.

Tenemos que buscar aquellas cámaras que tengan las aberturas más luminosas, sobre todo si nos gusta hacer fotografías en situaciones de poca luz o incluso nocturnas.

Las diferencias entre una y otra cámara son mínimas, apenas tercios de paso. Pero si nos ofrecen un f1,7 en vez de un f2,2, tenemos claro qué es lo que tenemos que comprar. De nuevo insisto que todo depende de la tecnología, pero es un buen indicativo.

Desgraciadamente, no podemos seguir jugando con la profundidad de campo, y algo tan sencillo como desenfocar un fondo ya no se puede hacer por medios físicos, sino que tienen que apoyarse, de nuevo, en la fotografía computacional.

Entonces, ¿qué móvil me compro?

Como resumen, para que quede claro, tendríamos que buscar un teléfono móvil con las siguientes características:

1. Lo último en fotografía computacional
2. Sensores de última generación
3. Varios objetivos
4. La mayor luminosidad posible

Como habréis visto, no he recomendado nada sobre aplicaciones nativas. Por supuesto que es importante tener el mejor software posible, pero llevo ya un tiempo viendo que lo que mejor funciona son las aplicaciones externas. Y lo más importante, no te exige aprender nuevas formas de trabajar sino mejorar tus conocimientos, como sucede en el ordenador con Adobe o Capture One.

Está claro que un buen móvil fotográfico es caro. no hace falta más que ver nuestra propia lista o la de páginas como DXO. Como decimos los más viejos del lugar, nadie da duros a cuatro pesetas. Sinceramente, si te gusta la fotografía, no merece la pena buscar el teléfono más barato.

No tengo más remedio, y me duele, que recomendar solamente teléfonos que superan los 700€, sobre todo si vienes de trabajar con tu cámara sin espejo. Y si la técnica es importante para ti y te fijas en los detalles al 100%. A lo largo del artículo los has visto y los he destacado: One Plus 9 Pro, Xperia Pro I, Google Pixel 6 Pro...

Y como siempre, por ahora solo puedo recomendar con los ojos cerrados el móvil que más he utilizado en los últimos meses, el iPhone 13. Es verdad que no es el indicado para los fotógrafos, pues le faltan dos cosas importantes: el teleobjetivo y el formato Apple ProRAW.

Pero en el día a día está resultando un buen compañero de mis cámaras. A veces incluso salgo solo con él, si sé que voy a volver a casa antes de la noche. Con ISOS bajos, con el formato DNG que permite la aplicación de Adobe Lightroom, consigue resultados que me recuerdan a mis primeras compactas con dicho formato.

Y desgraciadamente me hace soñar con lo que traerán todos los móviles a partir de ahora.

Bonus: ¿Es mejor un móvil que una cámara?

Es una respuesta complicada que tiene varias respuestas. No creo que uno suponga la negación del otro. Son perfectamente complementarios. Y depende mucho de nuestras necesidades. Con buena luz, para ver en la pantalla, los dos se comportan exactamente igual.

Todo cambia en situaciones de poca luz. Es la batalla que les falta vencer junto con el tema del zoom. Móviles de más de 1000€ responden mucho peor que cámaras réflex de segunda mano. Al menos en febrero de 2022. El ruido que generan no sirve para grandes ampliaciones.

Si solo vas a hacer fotos de día y puedes asumir el alto precio (los móviles fotográficos son muy caros) te interesa mirarles con buenos ojos. Además casi todos los teléfonos de alta gama permiten disparar en formato RAW o similar, como el Apple ProRAW (para aprovechar la consabida tecnología al 100%).

Lo malo es si no tienes mucho presupuesto y muchas exigencias. Creo que lo mejor sería esperar. Con el tiempo los precios bajan, pero recuerda que su vida útil (actualización de software) llega como mucho a los cuatro años. Así que no puedes esperar mucho si quieres aprovechar tu 'navaja suiza'...

Y recuerda que al final lo importante es la fotografía en sí. Que da igual si has utilizado un iPhone o un Huawei, que nadie va a ver el dinero que te has gastado y que no deja de ser un teléfono que usas todo el día para multitud de cosas que hacen que, al final, lo único importante es que al hacer el disparo te acuerdes de algo tan banal como limpiar la lente frontal con la camiseta para evitar que el archivo sea un desastre.