Queda poco menos de dos semanas para que conozcamos al HTC 10 de forma oficial. El 19 de abril su fabricante nos espera para desvelar todas sus características, aunque puede que para entonces queden pocas por filtrarse pues llevamos meses asistiendo a un desfile de información acerca del futuro dispositivo. Lo último, el estabilizador óptico para la cámara frontal.
Con un HTC en cifras críticas, el éxito o fracaso de este futuro HTC 10 podría condicionar en mucho el futuro de la compañía, de ahí que parezca que están echando el resto en cuanto a características de hardware y software. Y es que a la noticia de que su cámara frontal contará con OIS se unen también jugosos datos sobre su capa, HTC Sense 8.0.
Selfies estabilizados
Cada fabricante se esmera en conseguir que cada nuevo terminal tenga algo especial que no poseen los demás, y si pueden ser los primeros que lo montan, mejor que mejor pues su nombre quedará grabado y unido a dicha característica. LG con el móvil modular, Samsung con su f/1.7 en la cámara, Xiaomi con el OIS de cuatro ejes y luego Huawei con su cámara trasera de doble sensor.
Ahora el turno es para HTC y aunque llegará el último puede que lo haga pegando fuerte. Estamos en la era de los selfies, de los autorretratos, así que los taiwaneses han pensado que por qué no meterle un estabilizador óptico a la cámara frontal para que las fotografías tomadas con el sensor de ultrapíxeles sean aún más nítidas y no nos salgan movidas.
La única duda de este nuevo invento de HTC será de nuevo su cámara, pues los ultrapíxeles no han funcionado demasiado bien en el pasado y HTC, mostrando que trataba de corregir su error, acabó por desplazarlos al frontal de sus dispositivos, dejando la espalda para píxeles de tamaño normal y sin su famosa marca, la que indicaba píxeles de 2µm o micras.
Una capa mucho más personalizable
La otra gran novedad que conocemos del HTC 10 tiene que ver con la versión de Sense que estrenará, como es costumbre en cada gran lanzamiento de un terminal del constructor taiwanés. Sense 8.0 será la versión de Sense más personalizable hasta la fecha gracias a una nueva característica que en HTC han dado en llamar Freestyle Layout.
Este diseño de estilo libre permitirá que podamos configurar la interfaz a nuestro gusto. Tendremos total libertad para la colocación de iconos de aplicaciones, widgets e incluso stickers. Los escritorios también podrán personalizarse de forma que conseguiremos hacer que nuestro HTC 10 sea completamente único.
Sense nunca fue una de las capas más ligeras, si bien sí se encontraba entre las más estéticas. Aunque suponemos que con los 4GB de RAM que se rumorean para acompañar al Snapdragon 820 en este nuevo HTC 10 tendrá memoria más que suficiente para correr de forma fluida y no causar los tan temidos retardos en la interfaz, el odiado lag.
Como decíamos al principio, un poco menos de dos semanas para que en HTC se suban al escenario y nos desvelen todo lo relativo a su nuevo HTC 10, el terminal que acabará con el apellido One dentro del constructor y que puede marcar el inicio de una nueva era. O quizá, si las cosas siguen yendo tan mal como hasta ahora, el fin definitivo de la marca. Aunque siempre les quedarán las HTC Vive.
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