Podemos estar ante el comienzo de una nueva era dentro de Google. Con el lanzamiento de los nuevos Pixel, los de Mountain View se adentran en el terreno de la fabricación de smartphones, un camino que continuarán bajo la batuta de David Foster, antiguo responsable de hardware de Amazon. Pero, ¿realmente se han convertido en fabricantes o se trata de una verdad a medias?
¿Es posible presumir de un lema que dice que has fabricado algo cuando en realidad no es cierto? En el mercado hay casos de este tipo a diario, pero no solemos verlos con empresas del prestigio y la historia de un HTC que en los nuevos Google Pixel no aparece ni en los títulos de crédito. Google se subió al escenario para sacar pecho ante sus nuevos Pixel "made by Google" pero a HTC ni siquiera se le invitó.
Hay muchas formas de fabricar sin fabricar
Los componentes, por ejemplo, nunca están todos fabricados por la misma empresa que después comercializa el teléfono. Cámaras de unos, memorias de otros, procesadores de terceros y al final, la empresa que lo comercializa es la que lo diseña y lo ensambla, pero está componiendo un monstruo de Frankenstein con piezas a las que cualquier otro puede acceder. Es el procedimiento habitual.
Otra alternativa que tenemos es la de subcontratar a un especialista, como hace Foxconn con los iPhone de Apple. Un fabricante para fabricantes cuya función principal es ésa y que, si además es suficientemente avispado, acaba introduciéndose en la construcción de algunas de las piezas. Como los procesadores, por ejemplo. Haciéndose así más imprescindible para quien le contrata.
La última alternativa es la de las marcas blancas, un comportamiento que vemos a menudo en las operadoras y en empresas que cogen un terminal de otras y hacen poco más que cambiarles el nombre. Vodafone, Orange, Movistar, Pepsi o Disney son algunas de las más conocidas. Venden productos con su marca pero sin hacer referencia a que no son fabricantes, pese a que la información acaba trascendiendo.
HTC dijo sí donde Huawei dijo no
Hubo dos palabras que no se mencionaron en el evento de ayer pese a que eran conocidas por todos: HTC y Android. HTC, un fabricante que este mes de abril presentaba el HTC 10, su propuesta más ambiciosa hasta la fecha y que ahora, pocos meses después, ha sido relegado al segundo plano más absoluto gracias a un "Made by Google" que se aleja bastante de la realidad de los nuevos Google Pixel.
En la misma situación se encontró Huawei, actualmente el tercer mayor fabricante de smartphones del mercado, aunque seguido por un OPPO que no deja de crecer de forma desbocada, y que pudo haber aceptado el encargo de construir los Google Pixel. Sin embargo, la posición de fuerza en la que se encuentra actualmente el fabricante chino les llevó a poder decir que no a lanzar un smartphone sin rastro de su firma.
HTC, sin embargo, no pasa por sus mejores momentos desde hace ya bastante tiempo y la posibilidad de volver a colaborar con Google, algo que no ocurría desde el Nexus One, se antojaba demasiado tentadora. Si en su momento Google les aupó hasta lo más alto, ¿por qué no habría de volver a hacerlo? El problema, nulo reconocimiento por parte de la gran G de Alphabet por sus Pixel.
Nadie duda de que HTC es un gran fabricante, pese a que los errores cometidos en el pasado le han lastrado de forma insostenible, pero quizá no merecía la irrelevancia a la que Google ha sometido su papel en el desarrollo de los nuevos Pixel, en la construcción de su nuevo futuro. Llegados a este punto, lo mejor que podría ocurrirle a HTC es acabar comprada por Google. Así los Pixel sería de verdad "Made by Google", aunque fuese de forma retroactiva.
En Xataka Móvil | No es Apple sino Samsung quien debe preocuparse por la llegada de los Google Pixel
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