Si piensas que no estás teniendo una buena semana, quizá te convenga echar un vistazo a la crisis que debe estar viviéndose en las oficinas centrales de Huawei, en Shenzhen. El gigante chino no gana para disgustos desde hace unos días, y tan sólo estamos a miércoles de la que puede estar siendo, casi con toda seguridad, una semana "horribilis" en su larga historia.
Todo arrancó con la inclusión en la Entity List norteamericana, que les cerraba la puerta a comerciar con empresas estadounidenses. Que les cerraba la puerta a Android, y a Intel, y también a Qualcomm y otros fabricantes de chips para su división móvil, aunque esto último era menos preocupante dado que Huawei cuenta con sus propios Kirin con base ARM. Y ha sido ahora ARM la que ha decidido posicionarse del lado de Trump. Y con un "por si acaso", han puesto fin a los negocios con Huawei.
El silencioso monopolio móvil de ARM
Todo es, en este preciso instante, un tratamiento teórico de la situación, porque si bien el bloqueo por parte de Comercio en los Estados Unidos se ha aplazado noventa días, hasta el 19 de agosto, el bloqueo de ARM no tendría efecto para Huawei hasta el próximo año 2020. Pero sin duda se trata de un nuevo cañonazo en la línea de flotación de un barco, el de Huawei, que ya estaba haciendo aguas desde hacía un par de días.
Para entender la magnitud de este golpe, el efecto que causaría en Huawei que no se solucionase el problema con ARM, hay que ser consciente de que podría acabar con la división móvil de los chinos. Aquí ya no hablamos de solventar la ausencia de Android con un sistema operativo alternativo, que ya estaba en desarrollo y pronto estará vestido y maquillado, sino de desarrollar una arquitectura propia para sus procesadores Kirin.
Sí, RISC-V está ahí. Huawei es miembro de la fundación RISC-V junto a otros gigantes como Google, Nvidia, Qualcomm, Western Digital o IBM. RISC-V es una opción de arquitectura de código abierto que publicó su versión 2.2 en mayo del año 2017. Pero por desgracia aún no hay procesadores en activo con dicha arquitectura, y tal vez poner uno en marcha para Huawei llevaría demasiado tiempo.
ARM es el dueño y señor del mercado móvil, pese a que los británicos, ahora bajo el mando de los nipones de Softbank, no fabrican ni un sólo chip. ARM diseña las litografías, es el encargado de decidir qué va a funcionar de esta manera y qué de otra, y el responsable de la arquitectura de núcleos que conocemos como Cortex. Todos salen de sus mesas de diseño, y sus diseños se licencian a otros fabricantes que los usan tal cual, como el caso de la propia Huawei con los Kirin, o que los adaptan a su mejor entender, como el caso de Apple o de Qualcomm.
Y resulta que el mundo móvil es ARM por la sencilla razón de que su competencia, la arquitectura x86 de Intel, no está en el mercado de los ordenadores de bolsillo. Los norteamericanos trataron de adaptarse con sus Atom, su traslación de la arquitectura x86 al mundo móvil, pero no tardaron en rendirse. El último que se desarrolló data ya del 2013, seis años atrás, y finalmente los norteamericanos comprendieron que el móvil no era sitio para competir.
La opción de la competencia es Samsung
Así que si no puedes licenciar las litografías de ARM para construir tus propios procesadores, no puedes estar presente en el mercado móvil. Tan crudo como sencillo es de explicar.
Una alternativa sería la de acudir a la competencia, la de comprar procesadores a Samsung para seguir vivos, pues los de Qualcomm tienen también la puerta cerrada por ser, nuevamente, norteamericanos. Habría que evaluar aquí la capacidad de producción de Samsung y las ganas de Huawei de perder su independencia. Incluso tratar de licenciar los Atom sería igual de inútil por la misma razón que con Qualcomm: su origen. ¿Mediatek? ZTE lo intentó pero hace tiempo que se bajaron del tren de las gamas altas, y Huawei apunta ya demasiado alto para poder contar con ellos salvo en sus modelos más económicos.
Tan grave es el golpe a Huawei si se consuma el bloqueo de ARM. Porque ya no hablaríamos únicamente de su división móvil, tal vez la más afectada en estos momentos, sino de otras divisiones del gigante chino que también emplea ARM como base de algunos de sus chips. Como la división de infraestructuras, por ejemplo, la encargada en estos momentos de expandir el 5G por todo el planeta, y la que se encargó de hacer lo propio con buena parte del 4G.
Si bien reemplazar un sistema operativo por otro a la carrera parece complicado pero viable, desarrollar una arquitectura de procesadores funcional, eficiente y potente en poco tiempo se antoja una tarea imposible. Sobre todo porque son ARM, Qualcom e Intel los que cuentan con la mayor cantidad de patentes en este sector y, de nuevo, tratar con ellos sería una ilusión. Tan grave sería para Huawei no poder usar las litografías de ARM.
Huawei se ha pronunciado ya. Ha declarado que valora sus relaciones con ARM y que comprende sus decisiones, motivadas por al presión política recibida desde Estados Unidos.
"Valoramos nuestras relaciones cercanas con nuestros socios, pero reconocemos la presión que sufren algunos de ellos, como resultado de decisiones motivadas políticamente [...] Estamos seguros de que esta lamentable situación se puede resolver y nuestra prioridad sigue siendo continuar brindando tecnología y productos de clase mundial a nuestros clientes en todo el mundo"
Pero si no logran solucionarlo, el resultado para el gigante chino puede ser dantesco.
Ver todos los comentarios en https://www.xatakamovil.com
VER 16 Comentarios