Todos han cumplido aquí sus "amenazas". Por el lado de Huawei, el fabricante ha puesto en circulación sus nuevos teléfonos Huawei Mate 30 y Huawei Mate 30 Pro, y por el lado del gobierno de los Estados Unidos, el veto se mantiene los teléfonos llegan sin acceso a los servicios de Google en su Android. Y además de Google, otros muchos servicios. Un interesante problema a solventar por Huawei que ha ejecutado a buen nivel su parte del trabajo, la del hardware de sus dispositivos.
Los nuevos Huawei Mate 30 y 30 Pro suben el listón con respecto al pasado año en muchos aspectos, pero el fotográfico y de vídeo destaca por encima de los demás. Los chinos llevan ya años dando grandes pasos adelante en materia fotográfica y los Mate 30 representan un paso más en la misma dirección. Herederos de los P30 y P30 en algunos sentidos, ahora se añade una cámara tan lenta a la que hay que empezar a sumar siglas. Pero las cámaras de los Mate 30 son más que eso.
Los SuperSpectrum se suben al tren Mate
Una de las cosas que hicieron los Huawei P30 en materia fotográfica fue la de traer al móvil los sensores RYYB. Sensores que cambiaban el fotosito verde por uno amarillo, un cambio más significativo de lo que parece. Para empezar, tuvieron que cambiar los algoritmos de interpretación de la cámara para poder construir las fotografías, y todo ello lo hicieron de la mano de Leica y de Sony. No olvidemos que estos últimos son los que han puesto el IMX600 sobre la mesa para que sea modificado.
Con estos SuperSpectrum, los P30 ofrecían más capacidad a la hora de capturar luz, y la luz en fotografía es información. Información para la fotografía en bruto pero también para la inteligencia artificial encargada de distintas tareas, entre ellas la de elevar el nivel de luz en las fotografías nocturnas. Esa mejora ha llegado ahora a los Huawei Mate 30, aunque la pena es que el aterrizaje de esos SuperSpectrum se ha producido únicamente en el Mate 30 Pro que no cuenta con uno sino con dos de estos sensores.
Así, nos topamos con una cámara principal en el Mate 30 Pro de 40 megapíxeles que tiene una doble facultad. Además de este sensor capaz de mejorar la captura luz, el sensor puede fusionar los píxeles para elevar aún más esta captación. Si lo deseamos podemos tomar fotografías de 10 megapíxeles con mucha más información. Concretamente, con cuatro veces más información que una fotografía normal con el mismo sensor. Este sensor llega acompañado por una lente f/1.6 con una distancia focal de 27 milímetros, más o menos el estándar en fotografía móvil.
Para el segundo sensor tenemos de nuevo 40 megapíxeles, y de nuevo un sensor SuperSpectrum RYYB, aquí con una lente súper gran angular con apertura f/1.8. Más luz para las tomas más amplias, y otra vez la capacidad para fusionar píxeles. En la tercera cámara tenemos 8 megapíxeles con lente f/2.4 y 80 milímetros de distancia focal. Es decir, zoom óptico. De tres aumentos, concretamente. Y estabilizado, igual que ocurre con la lente del sensor normal. Una configuración muy interesante que empata en funcionalidad con la del Mate 30, aunque éste ofrece un súper gran angular de 16 megapíxeles y no de 40.
Y llegamos a la cuarta cámara del Huawei Mate 30 Pro. Una cuarta cámara con una única función pero muy importante en el proceso. Un sensor TOF 3D para lecturas de profundidad, cuyo funcionamiento ya explicamos en este artículo, y que se encarga de saber dónde está todo para ofrecer el soporte necesario para el desenfoque selectivo. Bokeh, amén de otros posibles usos en realidad aumentada y demás. Esta cámara no está presente en el Mate 30, que cuenta con tres sensores.
No queremos dejar fuera la cámara frontal, pues aquí nos encontramos con un paso adelante de nuevo del Mate 30 Pro frente al Mate 30, y también frente a la pasada generación. Una lente f/2.0 para cada uno de los teléfonos, sólo que en el Mate 30 acompaña a un sensor de 24 megapíxeles y en el Mate 30 Pro hace lo propio con 32 megapíxeles. Buen equipo de cámaras, sin duda, que además hace muchas cosas gracias a su software.
Valores, modos y vídeo en cámara ultra lenta
Los datos que Huawei ha puesto sobre la mesa en lo relativo a la fotografía que despliegan sus nuevos Mate 30 y Mate 30 Pro son realmente impresionantes. Hablamos de que cuentan no sólo con zoom óptico de 3 aumentos, sino también con zoom digital de 30 aumentos. Hablamos de cámaras con una sensibilidad ISO máxima de 409.600 en el Mate 30 Pro y de 204.800 en el Mate 30. Hablamos de estabilización óptica dual y electrónica.
También hablamos de que el Mate 30 es capaz de enfocar objetos a tan sólo 2,5 centímetros en el modo macro, y que el cuarto espacio en el que no hay sensor TOF sí que hay un láser para mejorar la velocidad de enfoque. No tenemos la lectura de profundidad del TOF pero se compensa la velocidad de disparo con este sistema al que se recurre mucho en teléfonos móviles.
Por supuesto, los nuevos Huawei Mate 30 y 30 Pro cuentan con los habituales modos fotográficos que hemos conocido en generaciones anteriores. Como el modo nocturno, por ejemplo, que dará un paso adelante con los sensores RYYB en estos Mate frente a la generación anterior. Aunque el siguiente gran dato ha llegado en el apartado de vídeo, y tiene que ver con la cámara ultra lenta.
Si ya nos habíamos acostumbrado a sensores capaces de capturar vídeo a 960 fotogramas por segundo, ahora Huawei eleva el listón bastantes niveles. Los teléfonos de Huawei son capaces de capturar vídeo a 7.680 fotogramas por segundo cuando reducimos la calidad de vídeo hasta el HD, a los 720p. Impresionante resultó el vídeo de la demostración con un colibrí aleteando, o con una flecha capturada a la perfección tras ser disparada. Sin duda, los Huawei Mate 30 serán competidores fotográficos de mucho nivel. Confiemos en que se solvente el inconveniente de los servicios de Google para que se convierta en un teléfono que recomendar sin miedo.
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