Huawei quiere hablar con EE.UU. en los tribunales. Su objetivo, defender su imagen tras los vetos que ha sufrido

Huawei quiere dejar atrás todas las acusaciones de Estados Unidos, unas acusaciones que, para el país norteamericano, fueron razones suficientes para imponer vetos y restricciones comerciales. A pesar de que la firma china se ha repuesto durante estos años a las consecuencias -ahí tiene HarmonyOS Next y móviles con el 5G de vuelta- busca limpiar su imagen.

Según leemos en Reuters, Huawei Technologies ha pedido a un juez estadounidense que desestime gran parte de la acusación federal que señala a la compañía por intentar robar secretos tecnológicos de sus rivales y engañar a los bancos sobre sus negocios en Irán.

No hay pruebas. Huawei busca defender su postura

En una presentación que tuvo lugar el viernes pasado por la noche en un tribunal federal de Brooklyn, Huawei afirmó que no había pruebas de una conspiración, y calificó la acusación como "infundada" para enjuiciar a personas y empresas vinculadas con China.

En lo referente al fraude bancario, comentan que se basaban en una teoría de "derecho a controlar" que la Corte Suprema rechazó en un caso similar pero no relacionado. "El gobierno se ha acercado a Huawei como un objetivo de la fiscalía en busca de un delito", dijo la firma china declarándose como inocente.

Este juicio se ha programado, aunque tardará algo más de un año en llegar: el 5 de enero de 2026 es la fecha señalada. Por su parte, un portavoz del fiscal federal Breon Peace en Brooklyn declinó hacer comentarios sobre este caso. Tampoco los abogados de Huawei respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios.

Recordemos que las acusaciones de EE.UU. sobre Huawei empezaron en 2018: trajeron la detención en Canadá de la directora financiera de Huawei, Meng Wanzhou. Que, por cierto, ha vuelto a la compañía para impulsar los próximos lanzamientos de móviles.

El caso, que lleva unos años con puntos más calientes y otros más fríos, surgió durante la primera administración de Donald Trump, y tenía como objetivo atajar el presunto robo de propiedad intelectual por parte del gobierno chino de Beijing. Esta iniciativa china (del inglés, China Initiative) terminó cuatro años después, cuando Biden puso fin al programa.

Para defenderse, Huawei siempre ha negado que sea una amenaza para la seguridad de Estados Unidos. Veremos qué sucede en el juicio cuando llegue el momento: los hechos solo parecen recrudecer las tensiones geopolíticas, tanto en el desarrollo de la industria de semiconductores como en otros ámbitos de la telefonía móvil e infraestructura de redes.

Vía | Reuters

Imagen de portada | Composición con imágenes de Free Malaysia Today y Wikimedia Commons

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