Al principio se dijo que el LG Prada se vendería sólo en las exclusivas tiendas de la marca italiana, pero con la repercusión que ha tenido el móvil la propia LG ha reconocido su preocupación por posibles partidas que pudieran ser vendidas por distribuidores no oficiales de la marca.
Por eso LG y Prada han publicado un comunicado con unas estrictas reglas de venta para todo aquel que quiera distribuir el móvil. Los vendedores deberán de contar con su permiso y enviar fotos de sus tiendas a LG para su aprobación, tendrán que respetar reglas sobre los colores que mostrará el terminal (blanco y negro), la posición y el tamaño del precio o que por ejemplo, no sea utilizado únicamente el logo de Prada, deberán de referirse al teléfono empleando sus dos marcas.
LG quiere asegurarse que el móvil acabe en manos de sus distribuidores y que no sea noticia por aparecer a la venta fuera del canal oficial. Evidentemente las medidas no han gustado nada a los responsables de las tiendas inglesas, país al que se refieren, se quejan de la pérdida de tiempo pero las asumirán pues no les queda otro remedio.
Vía | LG