Es de sobra conocido que la división móvil de LG, al contrario que otras como la de electrodomésticos o la de televisores, llega algún tiempo en horas bajas. No hace tanto tiempo que los coreanos abandonaron el Top 5 de fabricantes móviles para ceder su puesto a la oleada de monstruos chinos que llevan años creciendo sin medida, y los últimos modelos tampoco han cuajado como sería deseable.
De hecho, se ha contemplado incluso la posibilidad, siempre entre informaciones no confirmadas, de fusionar las líneas G y las V, pues las segundas sí gozan de una mayor popularidad. Ahora, el constructor coreano se plantea una segunda reorganización de la división de smartphones. Segunda, porque en 2016 ya ejecutaron la primera y, vistos los resultados, no parece haber funcionado como esperaban.
Un gran cambio y un nuevo CEO entre medias
Recién cerrado el primer trimestre del ya pasado 2016, LG presentó las cifras de la compañía y todo resultaba ser una suerte de deja vu con respecto a los últimos trimestres. La compañía funcionaba bien en líneas generales, pero la división móvil seguía perdiendo dinero. Algo que se apresuraron en intentar solucionar, y LG anunció cambios en su estructura móvil.
We need to change the way we work to move faster and lighter. Other business divisions also need people from MC (mobile communications). We will continue to reshuffle personnel.
Con esas palabras, Cho Juno, el por entonces CEO de LG, daba el pistoletazo de salida a los profundos cambios que iban a vivirse en la división en los meses posteriores. La compañía se centró en buscar un cambio para mejorar tanto la ligereza de la división, con despidos y movimientos de personal, como la velocidad de respuesta ante las necesidades del mercado.
Todo ello ocurrió de forma paralela al lanzamiento del LG G5, el teléfono en el que LG apostó por los módulos de ampliación y que acabó desechando tan pronto como llegó el siguiente modelo de la compañía, el LG G6 del año siguiente, ya en 2017. Nada se habló entonces de cerrar la división móvil, y la propia LG quitó hierro al asunto con posteriores declaraciones, pero los 170 millones de euros en pérdidas en aquel trimestre hicieron daño a los ejecutivos de la marca, que buscaron variar el rumbo.
Las cosas siguieron sin mejorar, y aunque LG ha ido pasando por distintas etapas con mejores y peores resultados desde entonces, lo cierto es que la división móvil no ha llegado nunca a abandonar los números rojos, e incluso se propició otro cambio a finales de 2017. Hwang Jeong-hwan reemplazó al anterior CEO para, de nuevo, tratar de reconducir la situación. Un nuevo movimiento que no alteró demasiado el estado de la división móvil de la compañía.
Brian Kwon se hará cargo, además, de los móviles
El nuevo encargado de la división móvil de LG será Brian Kwon, antiguo responsable de la división de televisores, audio y ordenadores personales en LG, y un empleado descrito como "experto en cambio". Esto no significa que sus divisiones queden descabezadas sino que Kwon se hará cargo también del liderazgo de la división móvil, incluyéndola como un ala más de LG bajo su protección.
El CEO hasta ahora de LG Mobile, Hwang Jeong-hwan, será ahora el jefe de la Oficina de Desarrollo de Negocios Convergentes de LG, y Jo Seong-jin, CEO de LG Electronics, se centrará en la estrategia y la planificación a futuro de la compañía. Como vemos, el cambio de liderazgo en LG Mobile es más profundo de lo que parece, pues forma parte de una reestructuración global de la compañía.
Los cambios se aplicarán oficialmente el próximo 1 de diciembre, aunque han sido anunciados desde hoy mismo. Veremos si hay cambios en el ritmo de lanzamiento de teléfonos a partir de ahora, o si los rumores de la fusión entre las líneas G y V del catálogo de LG quedan en suspenso. Lo veremos los próximos meses, pues recordemos que tenemos una cita con LG el próximo Mobile World Congress de Barcelona para hablar de móviles. Y antes, en el CES, hablaremos de otros productos.
Vía | LG
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