Resulta ventajista sentarse frente al teclado a criticar un sistema de módulos como el del LG G5 una vez que ha fracasado, a falta de oficialidad. Lo cierto es que muchos vimos muchas posibilidades en él pese a que recibió críticas por doquier y, finalmente, LG echará el cierre a su sistema modular para continuar con un LG G6 integral el próximo año.
LG fue inteligente al anticiparse, aunque con un concepto distinto de la modularidad, al Project ARA de Google y Motorola que también yace en algún cajón de Mountain View. Aunque su creador trata ahora de sacarlo adelante por sus propios medios, algo que no tiene demasiado futuro. LG convirtió su LG G5 en el primer teléfono modular, todo un hito que ahora no sirve de nada por la cancelación de la línea de desarrollo.
Esta decisión no hace sino dar la razón a todos los que hablaron de lo absurdo de su sistema pero aventurarse en decisiones así no es sencillo y, simplemente, la jugada no ha salido como LG esperaba. Es el momento ahora, con un café en la mano y sintiendo la lluvia golpear la ventana, de ver qué es lo que ha fallado en el proceso. Por qué no habrá más módulos, al menos en LG.
La apuesta por lo modular
Conviene empezar las cosas por el principio, y dado que los módulos en LG parecen ser cosa del pasado, protagonistas de una serie de un único capítulo, veamos qué son antes de que pasen a la historia. LG apostó todo el valor diferencial del LG G5 a la modularidad, lo hizo en febrero y para completar su terminal ofreció hasta cuatro accesorios distintos llamados LG Friends.
La idea de LG con el LG G5 fue la de ofrecer una posibilidad de expandir el dispositivo hacia afuera, de forma que los usuarios pudiesen aportar el valor extra que cada uno necesitase. Un sistema de cámara para quienes buscasen una fotografía más profesional, un equipo de sonido para los amantes de la música e incluso accesorios para realidad virtual y vídeo en 360º.
LG trató de potenciar el uso de sus módulos aunque de forma bastante tímida. Se organizó una promoción para los usuarios que reservasen el terminal antes de salir a la venta, por ejemplo, que incluía dos módulos de regalo para el G5. El sistema, sin embargo, no ha triunfado. Las escasas ventas del LG G5 unidas a las de los accesorios ha forzado a LG a volver a sus orígenes. Un paso atrás, seguimos con la línea de desarrollo que llevábamos en el LG G4 y "aquí no ha pasado nada". Pero, ¿qué es lo que ha fallado?.
Un sistema nada cómodo
Si algo ha demostrado el mercado tecnológico en los últimos años es que ha conseguido expulsar prácticamente todos los avances que suponían un engorro para los usuarios. Echando un vistazo a las consolas vemos el fracaso de PS Move, el hastío de los usuarios para con el sistema de mandos de la Nintendo Wii o la casi reconversión de Kinect en muchos juegos a "sólo órdenes de voz".
Los usuarios quieren avances que no les supongan impedimentos o obstáculos a la hora de usar el teléfono móvil. De ahí la carga rápida, la inalámbrica, los lectores de huellas o las funcionalidades como 3D Touch o Force Touch para interactuar con los teléfonos. Los módulos, en la práctica, eran molestos. Al hecho de tener que cargar con ellos, un mal necesario, se unía el tener que apagar el teléfono para acoplarlos.
Estamos de acuerdo en que el fracaso de los módulos ha podido deberse a muchos motivos todos combinados, sin existir un máximo responsable, pero el sistema de Apagar - Colocar - Encender no aventuraba una buena experiencia para el usuario. De hecho, puede ser la característica que más críticas ha recibido desde que LG estrenó su sistema módulos. No poder acoplarlos "en caliente".
¿Dónde está el resto de los módulos?
A la dificultad para trabajar con los distintos módulos podemos sumarle una evidente falta de variedad en los mismos. La propia LG decía estar trabajando con varios fabricantes para enriquecer el catálogo de módulos para el LG G5 pero a mediados de octubre, y ya con la noticia de la cancelación sobrevolando las oficinas de LG, no hemos visto ningún accesorio nuevo.
Ni tan siquiera accesorios oficiales por parte de LG, puedes podría comprenderse que la novedad del producto y las dudas de los partners de LG hubiesen provocado una lenta y escasa respuesta por parte de los otros. Pero ni la propia LG ha seguido apostando por su ecosistema. Tras los cuatro módulos iniciales, un silencio de presentaciones que perdura a día de hoy.
No ha sido un año fácil para LG, qué duda cabe, y posiblemente las escasas ventas del LG G5 propiciaron que la apuesta por el sistema modular se debilitase antes de tiempo. No debemos perder de vista que los malos resultados de la división móvil provocaron su reestructuración en busca de la rentabilidad. Quién sabe en qué reunión se perdió el espíritu emprendedor en cuanto al desarrollo de módulos, o en qué conversación cayeron finalmente en el olvido.
El hecho es que hoy es imposible adquirir un módulo para el LG G5 que no estuviese ya entre los cuatro presentados inicialmente. Con semejante variedad de opciones, sin ni tan siquiera haber conocido una competencia de precios entre distintos fabricantes, y con el apoyo de marketing casi inexistente a sus módulos, era lógico que no calasen entre los usuarios. Aunque ahora es fácil decirlo.
¿Módulos para cuánto tiempo?
Llevamos al que quizá haya sido el problema con más peso de todos los que han llevado a los módulos de LG hasta su extinción. El ritmo de renovación de terminales al que el mercado empuja a los usuarios unido a la inversión necesaria para disfrutar de los módulos del LG G5. Una combinación letal que ha podido causar sus bajas ventas y posterior cancelación.
El LG G5 se puso a la venta por 699 euros en Europa y hoy, varios meses después, podemos encontrarlo rozando la cifra de 500 euros por encima o por debajo, dependiendo del sitio al que acudamos. Un terminal de gama alta cuyo precio baja confirme a su categoría y, a día de hoy, sigue siendo teniendo un precio elevado para la gran masa de usuarios que compra móviles Android de gama media y baja.
Si a este precio le sumamos algún módulo, aunque acudamos únicamente a los de cámara o sonido, nos encontramos con entre 100 y 150 euros extra. Un precio que podríamos asumir en muchos casos si el fabricante garantizase su continuidad, algo que nunca hizo. Renovar el teléfono móvil cada dos o tres años es un proceso ya interiorizado por el mercado pero, ¿tenemos que renovar los accesorios al mismo ritmo?
La apuesta de LG por los módulos fue tímida desde el principio y se corroboró con la llegada del LG V20 que no podía aprovecharlos. Tal vez una apuesta por los módulos de fabricantes como Apple o Samsung, más proclives a dar soporte a sus accesorios, habría tenido más éxito. Habrían ofrecido más garantías de supervivencia a estos módulos. LG no se mojó en exceso y puede haberlo pagado.
Resumiendo, que es gerundio
Como vemos, los motivos por los que el sistema modular del LG G5 ha fracaso han podido ser muchos y muy variados, y quizá los motivos reales, que sólo conoce LG, no estén ni tan siquiera reflejados en este artículo. Los que hemos recogido durante meses de lectores más o menos críticos son los que son, y se resumen en lo siguiente:
- Incomodidad al usarlos
- Poca variedad donde elegir
- Módulos costosos para un terminal cuyo precio ya es elevado
- Sin garantías de que puedan usarse durante años
Ahora toca, por supuesto, que cada uno saque sus conclusiones o exponga los motivos por los que cree que el sistema ha acabado cancelado. Tras este movimiento pondremos la vista sobre Lenovo y su Moto Z, ¿conseguirá el fabricante chino que su sistema sobreviva durante más tiempo? ¿Se convertirá el sistema de Lenovo en el futuro de su línea Moto? Sólo el tiempo lo dirá.
En Xataka Móvil | La aventura modular del LG G5 tendrá un único episodio, el LG G6 será otra vez un teléfono integral
Ver todos los comentarios en https://www.xatakamovil.com
VER 32 Comentarios