Repasamos los movimientos más disruptores del mercado de las telecomunicaciones que marcarían tendencia en Movistar, Vodafone, Orange y Yoigo hasta convertirlas en los operadores que hoy son. 14 hechos más o menos revolucionarios que hicieron cambiar el rumbo de los operadores de telefonía a lo largo de los últimos 16 años.
2004: encendido del 3G
Hasta 2004, pocos usuarios se habían podido plantear que su teléfono móvil pudiese servir para algo más que hablar o enviar algún SMS pero la llegada del 3G hizo que las redes de los operadores móviles comenzaran a cobrar mayor relevancia ya que a partir de ahora podríamos hacer muchas más cosas en movilidad.
Los primeros móviles 3G no tardaron en llegar con nuevas ventajas como las videollamadas, la potenciación de los portales wap de los operadores o la posibilidad de ver la televisión desde el teléfono que nunca terminaron de despegar. En cambio, los módems USB se convirtieron inesperadamente en la verdadera revolución que sacaría provecho de las nuevas redes 3G.
En mayo de 2005, Vodafone lanzaría la primera tarifa plana para internet en movilidad a velocidad 3G, con 1 GB de datos a máxima velocidad que cubriría con creces las necesidades de por aquel entonces a una velocidad máxima de 384 Kbps.
No sería hasta junio de 2006 cuando las redes recibieron su primera gran actualización a HSDPA que incrementaría la velocidad de navegación hasta 1.8 Mbps y Vodafone también volvió a ser la primera en exprimir su red móvil con el lanzamiento de la primera tarifa de datos "ilimitada" puesto que tras el primer giga, se reducía la velocidad a 128 Kbps pero como novedad no se cobrara el exceso de datos.
Poco después, seguirían llegando actualizaciones de red que mejorarían las velocidades, primero con HSUPA que incrementaba la velocidad de subida, en mayo se actualizaba a HSPA alcanzando los 3,6 Mbps en descarga y con HSPA+ a comienzos de 2009, la velocidad alcanzaría los 16 Mbps teóricos.
Como ocurriría más recientemente, el acceso a las redes 3G se promocionó de manera gratuita aunque la intención era la de cobrar un extra de 6 euros según las primeras notas de prensa pero jamás llegaron a materializarse estos suplementos. Quizás la intención real nunca fue cobrar pero era una manera de trasmitir que el despliegue de la nueva red había supuesto un gran desembolso para los operadores y querían resaltar el valor añadido de poder acceder a la nueva red.
2006: Primera tarifa semiplana
Tras años acostumbrados a las tarifas por minuto, en 2006 Amena lanzó la primera tarifa en la que a cambio de una cuota mensual, podías hablar sin sorpresas puesto que era válida para hablar con cualquier operador y se eliminaba el concepto de establecimiento de llamada que tanto ha penalizado siempre las llamadas cortas.
Por aquél entonces, se trataba de una tarifa válida para hablar únicamente a partir de las seis de la tarde y hasta las 8 de la mañana los siete días de la semana. Con el tiempo, fueron aumentando las opciones de "tarifas planas" pero no fue hasta 2009 cuando por primera vez se lanzó una tarifa plana válida para hablar las 24 horas del día, en este caso, ya en manos de Orange y por 59 euros (más IVA).
2006: Nacimiento de Yoigo y OMVs
Pero lo más llamativo de 2006 fue sin duda la llegada del primer operador móvil virtual que se anticipó unos meses al nacimiento del cuarto operador con red, conocido hasta entonces como Xfera Móviles pero que comercialmente sería lanzado como Yoigo cuando Telia Sonera se hizo cargo de hacer realidad el proyecto.
La irrupción de los nuevos operadores trajo consigo una drástica rebaja de precios para lo que estábamos acostumbrados por aquel entonces ya que Carrefour Móvil se dio a conocer por una tarifa única de 15 céntimos el minuto cuando lo habitual era pagar hasta 21 céntimos y para alcanzar mínimos de 12 céntimos había que comprometerse a consumos mínimos de 90 euros mensuales.
Pero más allá de la rebaja de precios, los virtuales también trajeron consigo una batería de principios como tarifas válidas 24 horas, a todos los destinos, tarificadas por segundos y sin permanencias que con el paso del tiempo, los operadores tradicionales no tuvieron más remedio que asumir aunque el proceso de adaptación sería largo.
La llegada de Yoigo en el mes de diciembre la hizo con una entrada triunfal ya que su tarifa para hablar se reducía hasta los 12 céntimos y la tarifa para navegar no tendría rival durante mucho tiempo puesto se trataba de una tarifa diaria de 1,20 euros sin límite de datos consumidos.
2007: Subida del establecimiento de llamada
Nunca se había entendido muy bien su existencia pero todos en España tenían asumido que cuando saltaba el contestador o se descolgaba el teléfono cuando la intención solamente era hacer una llamada perdida, el coste era muy elevado. ¿El motivo? que en España existía el concepto de establecimiento de llamada que se sumaba al coste del primer minuto completo, independientemente de que solo hablaras un segundo.
Este coste injustificado motivó a la CMT para obligar a los operadores a través de la nueva Ley de consumo a tarifar únicamente los segundos hablados, eliminando así el redondeo que había venido produciéndose durante el primer minuto de las llamadas. Con la excusa, los operadores reaccionaron subiendo el establecimiento de llamada de 12 a 15 céntimos (más impuestos) y el precio por minuto para evitar un recorte de ingresos por la imposibilidad de poder cobrar el minuto completo. Hecho que perjudicó a quienes hablaban más de 45 segundos por llamada.
Pese a que el establecimiento de llamada no estaba establecido en muchos otros países por lo injustificado de su existencia, la CMT nunca ha puesto trabas y los operadores han seguido incrementando su precio con el paso de los años: en 2015 los tres operadores tradicionales ya habían adoptado un establecimiento de llamada de 20 céntimos (IVA incluido), en 2017 subió a 25 céntimos y para 2018, Movistar dará el salto a los 30 céntimos.
2012: Fin de las subvenciones
Cinco años después de la llegada de los operadores virtuales y Yoigo, los operadores tradicionales empezaron a replantearse su estrategia y las subvenciones de teléfonos móviles se pusieron en el punto de mira ya que la popularización de los smartphones y su mayor precio hizo que ofrecerlos "gratis" empezara a ser insostenible.
El primero en dar el valiente paso fue Movistar en marzo de 2012 que dejó de subsidiar teléfonos totalmente aunque Vodafone tampoco tardaría en hacer lo propio. Orange y Yoigo en cambio dilatarían el adiós casi definitivo y harían desaparecer las subvenciones de manera más gradual.
El ahorro conseguido serviría para reducir las tarifas en tiempos de crisis más profunda y para incrementar las inversiones en nuevas redes ya que el 4G y la fibra empezarían a abrirse camino para hacerse realidad poco tiempo después.
Pero las subvenciones eran una de las ventajas frente a los operadores virtuales así que no podían desaparecer por completo y su espíritu, el de facilitar la compra de un teléfono, se mantiene tras la implantación del servicio de pago a plazos consiguiendo en la práctica prácticamente el mismo resultado, solo que ahora es más transparente lo que pagamos por la tarifa y por el terminal.
Con el fin de las subvenciones también empezaría a diluirse el concepto de permanencia y aunque hoy en día siguen existiendo asociadas a determinadas tarifas, las permanencias por subvención prácticamente han desaparecido y con pagar las cuotas pendientes del pago a plazos en caso de baja anticipada, suele ser suficiente.
Otra de las consecuencias del fin de los subsidios llego de la mano de los propios smartphones que ahora empezarían a llegar libres para poder usarlos con cualquier operador e independientemente de a quién se lo compraras. Incluso, los operadores empezaron a liberar gratis los teléfonos que habían vendido anclados con anterioridad.
2012: Irrupción de Fusión y convergentes
La venta de teléfonos a plazos o la disponibilidad de las tiendas físicas no era suficiente para frenar el empuje de los OMVs y Movistar se sacó de la manga un "novedoso" producto. Hasta este momento, los servicios triple play comercializaban descuentos cuantos más servicios contrataras con el mismo operador pero Fusión le dio la vuelta a la tortilla y marcó un nuevo punto de inflexión.
Como producto, Fusión no ofrecía nada nuevo pero el mercado respondió muy bien a tanta simplicidad así que sus principales rivales no tardaron en dar respuesta al producto convergente que acababa de nacer. En la actualidad, más de 11 millones de hogares cuentan con un paquete combinado de fijo, móvil y ADSLno fibra.
La apuesta por la convergencia también supuso una enorme aceleración del despliegue de redes de fibra alcanzando a día de hoy cerca de 20 millones de hogares.
También sirvió para que la televisión de pago resurgiera de su letargo al convertirse en un aliado perfecto que empaquetar dentro de las convergentes hasta el punto de convertirse en obligatoria con la mayoría de paquetes Movistar Fusión.
De hecho, la apuesta por la televisión ha llevado a los operadores de nuevo a un modelo de negocio insostenible por culpa de los derechos para poder emitir el fútbol, que se han disparado en los últimos años. Aunque algo parece estar cambiando y los operadores parecen virar en favor de las series con acuerdos con grandes como Netflix y HBO o apostando por más producciones propias como Movisar+. Mientras, se desinfla el interés por seguir pujando por el fútbol.
2013: Llegada del 4G
Esta vez mucho mejor informados de las ventajas de la nueva generación móvil y expectantes de probar sus bondades, en mayo de 2013 se encendió la nueva red 4G en España que reduciría la latencia y mejoraría la navegación con mayores velocidades y mayor capacidad de usuarios conectados a la vez. Sería como tener fibra en movilidad.
Su despliegue por tanto se realizó con mucha mayor rapidez que la vivida con el 3G aunque su acceso ha estado limitado a ciertos operadores mientras los virtuales siguen llegando a acuerdos para poder contar con estas ventajas. En esta ocasión volverían a repetirse muestras de intentar cobrar por el 4G, incluso en algunos OMVs, pero con el paso del tiempo, estas diferencias han ido desapareciendo.
2014: Consolidación del mercado
Con unos productos convergentes en alza y la fibra cobrando gran importancia gracias al impulso iniciado por Movistar que ha acelerado el despliegue de fibra hasta alcanzar en cinco años a cerca de 20 millones de unidades inmobiliarias, Vodafone y Orange tuvieron que precipitar sus inversiones en fibra y lo hicieron comprando los operadores que más habían apostado por no depender del cobre para la conexiones a internet en casa o la oficina.
Primero Vodafone compró ONO en marzo de 2014 y un año después, Orange compraría Jazztel, esta última red mucho menos extensa pero que no ha tardado en ponerse a la altura por la gran inversión efectuada para hacer llegar su FTTH a tantos hogares como lo hace Vodafone con su red HFC.
La consolidación del mercado redujo la competencia notablemente al haber eliminado de un plumazo a los virtuales que crecían más enérgicamente y los operadores tradicionales no tardaron en comenzar a subir los precios en telecomunicaciones que tanto ansiaban tras el desplome de ingresos sufrido años antes por la efervescencia de los virtuales y los peores momentos de la crisis económica.
Llegado 2015 se produjo el primer cambio de condiciones de las tarifas que sería obligatorio para todos los clientes y aumentaba los gigas o la velocidad de fibra a cambio de cuotas superiores. Desde este momento, la Fusión más barata pasaría de 42 a 47 euros mensuales y desde entonces, los principales operadores han efectuado aumentos de precio similar una o dos veces al año.
Pero la consolidación del mercado también llegó en 2016 al low cost, en este caso para hacer fuerte al cuarto operador con red que se convertiría en la nueva referencia del bajo coste al agrupar marcas como Yoigo, MÁSMÓVIL o Pepephone con ofertas que ahora también incluirían fibra en casa por lo que podrían competir cara a cara con Movistar, Vodafone y Orange.
2017: Explosión de datos
Durante 2013 ya era raro ver algún operador que no ofreciera llamadas a 0 céntimos el minuto y es que el negocio empezaba a estar más que nunca del lado de los datos. En poco tiempo llegaría el giga de MÁSMÓVIL por 5 euros y desde entonces, los datos no han parado de cobrar mayor protagonismo en las tarifas para hablar y navegar mientras que las llamadas han ido pasando a un segundo plano.
Las tarifas Infinitas de Yoigo fueron un primer ejemplo de cómo las llamadas iban perdiendo valor y ya no era tan arriesgado ofrecer tarifas con minutos ilimitados. Desde entonces, los gigas incluidos en la tarifa han ido robando el protagonismo y en marzo de 2015 nació la tarifa de datos más generosa, con 20 GB por 29 euros en la Sinfín de Yoigo.
Pero la verdadera explosión de datos no ha llegó hasta 2017, cuando la mayoría de operadores ha asumido un notable aumento de gigas con respecto a lo que se ofrecía hasta entonces. Ahora ya es fácil encontrar tarifas con alrededor de 20 GB en la mayoría de operadores, con precios que parten de unos 20 euros como se aprecia en la última comparativa de tarifas móviles y donde Pepephone se ha convertido en uno de los referentes aunque las posibilidades son variadas, incluso en ofertas convergentes con los operadores tradicionales.
2017: Fin roaming UE
Finalmente, concluimos 2017 con otra de las esperadas noticias que parecía que nunca se haría realidad: el fin del roaming dentro de la UE. Tras años de anuncios, desde el 15 de junio ya es posible viajar por cualquier país dentro de la UE y utilizar el móvil para hablar y navegar sin que tenga coste adicional a la tarifa nacional.
Aunque se trata de una norma europea que afecta a todos los operadores, encontramos algunas salvedades puntuales de operadores virtuales que están exentos de cumplir la norma debido a sus ajustados márgenes de ganancia. Además, si la norma es llevada al extremo, los operadores pueden establecer algunas restricciones para evitar consumos excesivos aunque la mayoría de operadores ha optado por mantener las mismas condiciones para hablar y navegar tanto dentro como fuera del país originario.
2019: Encendido del 5G NSA y llegada de los datos móviles ilimitados
La salida del fútbol de Vodafone propició que se adelantara al verano de 2019 el encendido de la primera red 5G en España, lo que también facilitó la llegada de las primeras tarifas con datos móviles ilimitados.
Pese a que los operadores rivales afirmaron no tener prisa en encender su 5G y que preferían esperar a la disponibilidad de las frecuencias en la banda de 700 MHz para pasar directamente a ofrecer 5G SA, los retrasos provocados por la pandemia del COVID ha propiciado que finalmente Movistar y Orange adelantaran su 5G NSA, hasta el punto de utilizar tecnología DSS para acelerar su llegada.
¿Qué podemos esperar del futuro más inmediato?
Derivado de estas nuevas redes y nuevos servicios, un anticipo lo encontramos ya en el servicio V by Vodafone, que acerca al mercado particular las ventajas del Internet de las cosas y los objetos conectados para por ejemplo, tener localizada tu mascota o la maleta, una cámara de vídeo vigilancia o monitorizar la actividad del coche, localizar y llamar en caso de accidente.
También es de esperar que nuevos servicios sigan implementándose en los operadores para ayudar a fidelizar a los clientes. Servicio de alarma para el hogar, servicios financieros, de electricidad más barata, o telemedicina, son algunos de los últimos en incluirse por los operadores.
Además, en los próximos años se espera que la UE obligue a que las llamadas internacionales en la UE, las que hacemos desde España hacia otros países, tampoco tengan coste adicional, de manera a lo conseguido con la eliminación del roaming, y que paradójicamente permite hablar sin sobrecostes con toda la UE cuando sales del país de origen pero las sigue cobrando a precio muy superior cuando llamamos desde España.
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