Parece mentira que, en el país en el que se fabrican la mayoría de productos electrónicos, el acceso a ellos sea tan dramáticamente limitado. Un caso más que curioso, en este sentido, es la relación entre China, en concreto Shenzhen (lugar en el que Foxconn tiene una de sus mayores fábricas), y Apple.
Shenzhen, para que nos situemos un poco, está en el sur de la República Popular de China, en la província de Guandong. Hace 30 años no era más que un pueblo de pescadores, pero con la decisión del gobierno de convertir el territorio en una Zona Económica Especial (para probar qué tal funcionaría el método capitalista y de paso hacerle la competencia a Hong Kong, ciudad colindante), experimentó un crecimiento brutal hasta los 4,6 millones de habitantes, conviertiéndose en una de las urbes con mayor desarrollo económico y crecimiento de China y, probablemente del mundo.
Podríamos enrollarnos aún más y explicar todos los intríngulis derivados de este gran crecimiento y los problemas que acarrean (inmigración desde otras partes de China, pobre adaptación a las nuevas tecnologías y los cambios por parte de estos immigrantes que vienen del “campo”, inflación de los precios de la vivienda, sueldos que suben más de lo que los empresarios necesitan para que las fábricas sigan siendo rentables en la zona…), pero esto es XatakaMovil y no el BlogSalmón, así que vamos a lo que nos interesa.
Es bien conocido por todos que Apple no tiene un precio igual para todos los países en los que vende, solo hace falta entrar en sus diferentes tiendas on-line (Stores). Esto es debido a diversos motivos, en los que entran, por ejemplo, los impuestos a pagar.
Hablemos de precios
Hagamos una comparativa fácil. iPhone 4S de 64GB, precio en España, libre, 799€, precio en China, si lo compras en la ciudad donde se fabrica, 6788 yuanes (algo así como 814€), pero lo que resulta especialmente sangrante es que, simplemente cruzando la frontera hasta Hong Kong (aunque pertenezca a China es una Región Administrativa Especial), lo puedes comprar – si hay stock – por 6688 dólares de Hong Kong (652€).
Algunos diréis “pero Hong Kong a penas tiene impuestos y eso permite que los precios de la mayoría de cosas sean muy inferiores”, cierto, no lo discuto, pero eso provoca una serie de conflictos y oportunidades de negocio para los orientales más ávidos, que – por ejemplo – para la salida del iPhone 4S en Hong Kong provocaron disturbios y acabaron por comprar todas las existencias del terminal, dejando a los verdaderos fans de la marca de Cupertino a merced de los revendedores.
Por culpa de estas acciones el precio del teléfono se incrementó alrededor de un 10% dentro de Hong Kong (en el mercado gris de MongKok) y hasta un 25% en el mayor mercado de electrónica de Asia, Huaqiangbei, en Shenzhen y otras ciudades importantes como Shanghai o Pekín (hay que recordar que, al igual que pasaba con España hace un tiempo, algunos países reciben determinados productos antes que otros y HongKong siempre va un par de pasos por delante del resto de China).
Como os podréis imaginar, “pasar” estos teléfonos por la frontera de tapadillo, no es legal (hay que pagar impuestos y entonces el negocio deja de salir tan rentable) pero cientos de personas, cada vez con métodos más ingeniosos intentan saltarse las normas para ganarse un puñado de euros más al mes y es por eso que la policía está tomando cartas en el asunto y reforzando la seguridad en pasos fronterizos como Futian y Luohu, en Shenzhen, tal y como podéis apreciar en el vídeo que os dejamos justo arriba.
Vía | M.I.C. Gadget