2014 no ha sido desde luego un año tranquilo en lo que a las telecomunicaciones en España se refiere. Ya veníamos de un 2013 en el que empezamos a ver los primeros despliegues de redes 4G, mientras que en el aspecto tarifario mientras la oferta convergente crecía las tarifas móviles con llamadas a cero céntimos por minuto o con llamadas ilimitadas se expandían con rapidez.
Pero si el pasado año la actualidad respecto a los operadores estuvo centrado en tarifas y la llegada del 4G en 2014 hemos tenido muchos más frentes. Las tarifas han seguido mejorando y el 4G ha llegado a más poblaciones pero este año ha sido el de la consolidación del mercado, el auge definitivo de la convergencia, el de las segundas marcas y los líos en torno al 4G y los OMVS.
Vodafone abre el melón haciéndose con ONO
Con un mercado con cuatro operadores con red móvil (Movistar, Vodafone, Orange y Yoigo) y cinco grandes operadores en el fijo (además de Movistar, Vodafone y Orange ONO y Jazztel) y con una situación en el que la guerra de precios ha llevado a una bajada de los ingresos de los operadores, 2014 parecía un año propicio para ver el comienzo de la reducción del número de operadores.
Tras meses de rumores en los que se habló de coqueteo entre Vodafone y ONO por un lado y Orange y Jazztel por otro fue finalmente el operador rojo quien abrió el melón, haciéndose con la mayor cablera del país. Sin ninguna traba por el lado de las autoridades de competencia Vodafone ya cuenta con la única red fija que puede hacer sombra a Movistar y su amplia red de fibra.
Evidentemente Orange, que se quedaba descolgada frente a Movistar y Vodafone, por su menor cobertura de fijo y escasa presencia en redes de alta velocidad, por lo que necesitaba un movimiento para no perder el tren. Y tras el anuncio de que Jazztel negociaba la compra de Yoigo los franceses finalmente anunciaban un acuerdo con el presidente de Jazztel para hacerse con la compañía, a falta del aprobado de los accionistas.
A estas alturas de la partida la compra todavía no está cerrada, ya que está pendiente de que la mayoría de los accionistas de Jazztel la acepten. Pero el escollo de los accionistas solo es el primero para Orange, que tendrá que afrontar un duro examen por parte de las autoridades que velan por la competencia. El problema viene dado porque si se cerrase la operación el mercado se reduciría de cinco a tres grandes actores en poco menos de un año, tras la integración de ONO en Vodafone y la de Jazztel en Orange, por lo que tanto Bruselas como la CNMC podrían poner condiciones.
Pero esos movimientos no han sido los únicos, ya que también hemos asistido a una fusión entre operadores de menor tamaño. Se trata de la de MÁSMÓV!L e Ibercom, una unión que de momento se ha hecho notar poco de cara al usuario pero que probablemente traerá novedades en 2015, sobre todo tras el reguero de compras que está dejando el nuevo operador.
La convergencia ha llegado para quedarse
Además de consolidación convergencia también podría considerarse una de las palabras del año. Tras el lanzamiento de Movistar Fusión en octubre de 2012 todos los operadores con red fija y móvil se vieron obligados a responder con sus propios productos que unen ambas redes. Incluso han sido varios los operadores virtuales, como Pepephone, MÁSMÓV!L o Eroski Móvil, los que se han atrevido a ofrecer productos convergentes, mediante acuerdos con distintos operadores.
A estas alturas, cuando los operadores ya han ido retocando sus ofertas tras un 2013 en el que todavía arrancaban motores, ya son casi ocho millones de hogares españoles los que cuentan con su móvil y fijo en un mismo operador, e incluso 1.9 millones han añadido a sus paquetes convergentes el acceso a televisión de pago.
El éxito de este tipo de paquetes ha ayudado a que los tres grandes operadores hayan reducido sus pérdidas, mientras que los virtuales también han ido creciendo más lentamente, sobre todo si descontamos de sus cifras las líneas obtenidas por Jazztel y ONO. Y la verdad, 2015 parece que seguirá por el mismo camino.
La complicada situación de Yoigo
Consolidación y convergencia, dos graves problemas para Yoigo. Y es que el operador que en sus inicios nos tenía acostumbrados a comandar a los grandes operadores, en lo que a tarifas se refiere por lo menos, ha tenido en 2014 su peor año. Al lío de su intento de convertirse en proveedor de red para operadores virtuales se han unido unas tarifas bastante parecidas a las de sus grandes rivales y sus peores números en captación de clientes.
Pasando por encima del asunto de Pepephone, lo tocaremos más adelante, Yoigo renovó sus tarifas con mejoras en parte interesantes pero que pronto fueron respondidas por sus rivales más directos, igualándolas o incluso mejorándolas. Hace bien poco Yoigo volvió a convocar a la prensa, en lo que muchos esperábamos sería un golpe sobre la mesa en el juego de las tarifas. En parte lo fue, la nueva tarifa del Cero con 5 GB por 19 euros es una buena tarifa, pero para un nicho muy concreto.
Esa poca innovación en tarifas ha llevado al operador con red propia más joven del país a registrar sus peores números históricos. Yoigo solo ha sido capaz de crecer en los meses en los que más subvencionaba terminales, con el resultado de un saldo negativo de captación de líneas entre los meses de enero y octubre, y vista la evolución del operador no parece que tenga fácil remontar la situación.
Pero si todo esto no es suficiente Yoigo también ha salido damnificada del juego de compras iniciado por Vodafone. A los pocos días de conocerse que Jazztel coqueteaba con la posibilidad de hacerse con el operador, su matriz parece proclive a salir de España, Orange lanzaba una oferta de compra por Jazztel que dejaba a Yoigo sin novios. Al operador, que cuenta con una oferta convergente muy mejorable, solo le queda volver a sus orígenes, con tarifas que se diferencien de verdad de las de los grandes operadores.
Pepephone, el protagonista indeseado del año
El protagonista, indeseado, del año es muy claro: Pepephone. El operador comenzó el año anunciando que abandonaría el paraguas de Vodafone para pasar a contar con la cobertura de Yoigo, y de Movistar se suponía. Las justificaciones del virtual eran que Vodafone le negaba reiteradamente el acceso a su red 4G, red que Yoigo sí le prometió.
Pero pronto se torció el camino de rosas de Pepephone. Movistar se negó a prestar su cobertura al operador de los lunares mediante Yoigo, lo que provocó meses de espera hasta que finalmente Pepephone se cansó de esperar a Yoigo y a la CNMC, firmando directamente un acuerdo con Movistar.
A pesar de las buenas intenciones del operador no fueron pocos los clientes que envueltos en la polémica, que no tenía nada que ver con ellos, decidieron hacer las maletas hacia otro operador. Y es que mientras se resolvía el asunto entre operadores Pepephone no mejoró sus tarifas mientras sus rivales más directos sí lo hacían.
Finalmente, para cuando Pepephone ha logrado tener acceso al 4G, ya ha migrado a algunos clientes a la cobertura de Movistar, otros virtuales ya lo han conseguido o están en proceso de ello. Se podría decir por tanto que el virtual ha perdido prácticamente un año y unos cuantos clientes por querer ser el primer virtual con 4G, objetivo que tampoco ha logrado aunque puede que su paso haya posibilitado que el 4G empiece ahora a llegar a los OMVs.
Si tu marca no funciona ... segundas marcas
Por último también podríamos decir que 2014 ha sido el año de las segundas marcas. Movistar y Orange ya cuentan con segundas marcas con solera mientras que Vodafone, viendo que a sus rivales les funciona su estrategia, también se ha apuntado a la moda de tener una segunda (o tercera) marca, con la que atacar a usuarios que no se decantan por su propia marca.
Aunque Simyo y Tuenti Móvil no son estrictamente segundas marcas de Orange y Movistar al final son marcas que le aportan clientes e ingresos. De ambas conocemos datos de portabilidades mes a mes y cabe destacar la buena labor de Simyo en la recta final del año, captando más de 10.000 líneas netas al mes.
Los datos de Amena son desconocidos pero a buen seguro reportará buenos números a costes contenidos, al comercializarse únicamente por Internet. Pero además tanto Amena como Tuenti Móvil y Simyo tienen un propósito claro, atacar a esos clientes que a la marca principal no le interesan tanto, como los usuarios que menos gastan.
Y por lo visto a Vodafone, que ya tuvo hace unos años su amago de crear una segunda marca, la gama de tarifas Yu no le acaba de funcionar por lo que acaba de crear Lowi. La nueva marca apuesta por una única tarifa de contrato, con un bono de datos bastante moldeable, además de poder acumular los megas no consumidos en un mes para el siguiente.
Seguramente nos hayamos dejado algún que otro asunto en el tintero, como el que parece el resurgir de las tarifas prepago o la polémica en torno a la fibra de Movistar y su acceso por parte de otros operadores, pero al menos creemos haber concentrado en unas cuantas líneas el agitado 2014 en el sector teleco español. De 2015 podemos esperar muchas cosas, pero ese es un tema que trataremos más adelante.
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