El reciente acuerdo de no agresión entre HTC y Apple marca un respiro para ambas compañías durante nada menos que diez años, pero (aunque quede completamente fuera de lugar y sea, ante todo, poco elegante) la conocida frase del popular personaje “Torrente” de Jules Winnfield en "Pulp Fiction" que rezaba eso de: “Bueno, pero no empecemos a chuparnos las po***s todavía” encuentra en esta nueva noticia un gran significado.
Sabemos que HTC no pasa precisamente por su mejor momento, y también conocemos el espectacular auge que experimentan empresas como Samsung ahora mismo, dejando sin fuelle a prácticamente toda la competencia. Se trata de una situación bastante abierta a todo.
Vista la delicadeza del asunto, los abogados se han cubierto las espaldas muy mucho de lo que pudiera ocurrir tras este amistoso acuerdo entre ambas compañías: si alguna de las dos compañías es adquirida por un tercero, el acuerdo se rompería instantáneamente.
En una clausula especial del acuerdo llamada "En el caso de Cambio de Control" se especifica concretamente:
El presente Acuerdo terminará automáticamente a menos que se acuerde lo contrario por escrito entre las Partes, será efectivo inmediatamente antes de tal “Cambio de Control”.
Un “Cambio de Control” se define como una transacción en la que se deja a la empresa original con menos del 50% del poder de voto, o cuando la empresa original se fusiona con un tercero.
La protección de Apple frente a "depredadores" potenciales
Evidentemente esa clausula está específicamente dedicada a la situación de HTC, de cuya posible compra Samsung podría sacar tajada a favor de su particular cruzada de patentes contra los de Cupertino.
Aunque, a priori al menos, sea bastante improbable que HTC sea comprada por otra empresa mayor o de mayor tirón actual, son malas noticias para las empresas ajenas que ya se estuvieran frotando las manos con este acuerdo, sobre todo para Samsung, que tenía una curiosidad muy especial en conocerlo.
En los próximos meses veremos como se desenvuelve este juego de ajedrez que es el mercado móvil. ¿Quién le iba a decir a HTC, fabricante bien posicionada donde las hubiera hace dos años, que se iba a ver ante tal situación de casi desesperación por vender terminales? Nunca digamos nunca.
Vía | BGR
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