Muchos de nosotros ya tenemos el cerebro en Barcelona de cara al evento al que atenderemos en un mes, cita obligada anual en el panorama del mercado móvil. De hecho, las agendas ya van llenándose con las presentaciones que una empresa y otra van anunciando e invitando a prensa y demás asistentes, pero puede que no a todos les interese el MWC para ello. ¿Es un evento de repercusión mundial una trampa a la vez que un trampolín?
Parece que este año el calendario tenga que modificarse de cara a los principales fabricantes de smartphones, concretamente a los que esperamos ver en el evento presentando su tope de gama, tanto a nivel de altas como de bajas en la agenda. Hace unos días hablábamos del hecho de que puede que LG se anticipe unos meses para presentar su LG G5 en la feria, pero puede que HTC haya optado justo por lo contrario con el que debería ser su HTC One M10.
Según apunta Phone Arena fuentes desde China aseguran que el fabricante taiwanés presentará su tope de gama en un acto no ligado al MWC y de hecho alejado cronológicamente, optando por el mes de marzo. Algo que representa un cambio a una de las citas tradicionales en la Fira de Barcelona donde hemos visto el flagship de HTC en el stand de la marca en anteriores ocasiones. Y esto no deja de resultar sospechoso.
De gigantes llegados y por llegar
El que parece campar a sus anchas en el concurrido evento de Barcelona es Samsung, que con su tradicional Umpacked (aunque siempre en paralelo al propio MWC) logra hacer ruido mediático incluso antes de presentar su tope de gama, o mejor dicho en plural si ya nos quedamos con lo que los coreanos nos mostraban en febrero, es decir, no uno sino dos flagships. Y puede que sea esa barbaridad de decibelios en forma de cientos de posts y titulares los que sirvan bien de cebo o bien de anzuelo a sus rivales.
Aunque no todos, ya que su némesis tiene la cita también grabada a fuego en el calendario en torno a septiembre y además el MWC tampoco ha sido territorio Apple en la anterioridad. Pero la situación debe ser bien distinta si te has de repartir los flashes y las cabeceras con un gigante que no sólo eclipsa cuatro días al año sino a lo largo del año y más allá de la prensa, en carteles publicitarios, escaparates y ávidos dependientes.
Así, por una parte está LG, que parece haber carraspeado ante los medios con la anticipación suficiente como para que hagan un hueco en su agenda y su atención en el MWC para de hecho cubrir una presentación de otro fabricante coreano ese mismo día, el 21 de febrero. LG pues saca pecho ante su poderoso paisano al parecer mostrándose seguro de las mejoras que su tope de gama incluye ante una Samsung que si bien logró dejar patente la evolución de su trabajo en sus terminales de alta gama de 2015, su división móvil no parece estar funcionando tan bien como debería en el plano económico.
Poco ruido y las nueces justas
Quizás, por otro lado, lo prudente sea dejar que "los mayores" se batan en duelo en el MWC y alejar las presentaciones de estas fechas con el fin de salir a más atención. Puede que eso haya sido lo que los equipos de Microsoft y HTC hayan pensado para los terminales que suelen presentar en la feria o que la han aprovechado con anterioridad. Así, las informaciones apuntan al 1 de febrero para el terminal de media gama de Microsoft, el Lumia 650, cuyo antecesor (el Lumia 640) sí conocimos durante el evento en Barcelona.
En el caso de HTC, la opción sería la contraria. Una vez hubiese pasado la tormenta mediática de sus rivales ya cada vez menos inmediatos sería cuando llegase su turno, en un apacible mes de marzo exento de momento de grandes eventos de grandes compañías. Un M10 que ya arrastra el pesado testigo de no ser lo que fue su predecesor, un HTC One M9 que recibió críticas cuando aún permanecía ligado al stand del MWC y que no supuso ni mucho menos el empujón que la marca necesita desde hace ya años para recuperarse de una duradera época de descenso.
Hagan sus apuestas
De momento no hay ninguna confirmación oficial salvo la de LG, si bien en su comunicado sólo anunciaban que sería el día 21 de febrero el elegido para presentar un terminal tope de gama, que además suena mucho más a G5 que a otro miembro de la "discreta" línea G Flex. Para HTC lo que suena desde hoy es marzo en cuanto a la presentación del HTC One M10 y abril para el inicio de su distribución.
No obstante, esto tiene una visión algo más positiva y optimista para el desafortunado fabricante coreano. Según parece HTC estaría estudiando un cambio de diseño drástico, algo bastante notable teniendo en cuenta el conservadurismo de HTC en este sentido y que tendría cabida por lo que desde la marca dejaron caer en cuanto a inspirar la serie M en el HTC One A9 (aunque éste no salió precisamente ileso en cuanto a las críticas por su diseño tan familiar).
Así, este renovado HTC incorporaría un procesador Snapdragon 820 de Qualcomm, una batería de 3.000 mAh, lector de huellas y una cámara trasera de 23 megapíxeles. Otra novedad a la que apuntan algunas fuentes es el hecho de que pueda incluir la certificación IP68 de resistencia al polvo y al agua, algo que añade más leña al fuego en cuanto al cambio drástico de diseño. ¿Acabará el próximo tope de gama de HTC la seña de identidad de la construcción unibody de metal? Lo veremos pues al parecer algo más tarde.
Vía | Phone Arena
En Xataka Móvil | LG no sólo adelantaría el lanzamiento del G5, sino que lo haría coincidir con el del S7, según Korea Times
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